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Los títulos de los demás

Titular es una de las cosas más difíciles que existen. Hay escritores a los que se le da muy bien. Y muchos otros que tienen serios problemas en encontrar un buen título. A mí se dan bien los títulos de artículos académicos, pero me cuesta encontrar los de las novelas. Intento de escapada se llamaba Iconostasis hasta que Herralde me dijo que así no la publicaba. Para El instante de peligro también barajé otros muchos títulos. Pero confieso que ninguna novela ha pasado por más títulos que El dolor de los demás. Los cuatro primeros borradores tienen cuatro títulos diferentes: Cabezo, El mar de niebla, Todos los llantos del pasado y El fin del mundo. Por distintas razones, ninguno de ellos cuajó. Hasta que un día Vicente Luis Mora me sugirió que titulase el libro como había titulado el capítulo central: "El dolor de los demás". Inmediatamente lo vi. Y le di las gracias. Porque ese título condensaba todo lo que quería decir. A partir de ese momento, la novela adquirió más realidad, como si hubiera encontrado por fin el título que había estado esperando, la fórmula justa y precisa. Hoy no puedo pensar en otro título para la novela. 

Esta mañana, ordenando la mesa para comenzar el curso, me he encontrado con el folio en el que guardaba muchos de los títulos posibles. Los que encabezaron varios borradores y los que fueron sólo el fruto de una tormenta de ideas. Me ha resultado curioso verlos ahí. Y no he podido evitar preguntarme si la novela habría cambiado de haberse titulado:

Cabezo
El mar de niebla
Todos los llantos del pasado
El fin del mundo
Fuera de campo
Desgarro
Lo más oscuro Interior
Campo a través
Reconstrucción
La noche oscura
La fuerza diagonal
Memoria gris
Noche y niebla
Doble negativo
El amigo del asesino
Tiempo a través
Contraluz
La noche de la memoria
Pedir perdón
Cerrar la historia
Porque no saben lo que hacen
Los que no saben Nada
Las vidas de los que amamos
Un buen cristiano
Veinte años
La lengua de los muertos
La lengua de los espíritus
El idioma de los muertos
Las preguntas de los muertos
Zonas de sombra
Tormenta de arena
Resurrección
El caminante frente al mar de niebla


Comentarios

  1. Y nada más para acreditar su propio derecho, el derecho de ser nombrado ante los otros... así como se nombra a los hijos, con la misma vara que se mide.

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