Tirar la piedra y esconder la mano
En los últimos días, este blog ha recibido un comentario anónimo cuya única intención era contribuir al embrollo y al falseamiento de la realidad, cuando no directamente a la denigración personal. Y, por supuesto, lo he borrado. Lo digo por si el autor no lo ha encontrado en la noticia correspondiente. No es un fallo técnico. Es una cuestión ética. Mi blog lo controlo como me da la gana. Exactamente igual que en mi correo elimino el spam , en el blog borro los comentarios basura. Y basura aquí significa publicidad, pero también insulto, falta de discreción o simplemente cualquier cuestión que me pueda resultar ofensiva o inadecuada. A veces creemos que el blog es un espacio absolutamente público y democrático en el que tenemos que soportar cualquier tipo de reacción. Y por aquello del qué dirán, llegamos a aguantar algunas cosas que no soportaríamos en la vida cotidiana. Yo, desde luego, no estoy dispuesto a hacerlo. Y si a mi casa invito a quien quiero, aquí sólo admitiré comentario...