[Publicado en Eñe. Revista para leer ] Lunes 19 de diciembre Sigue lloviendo. Pasas todo el día escribiendo, sin salir de casa. No avanzas demasiado. Vuelves sobre lo escrito. Planificas a sabiendas de que no cumplirás tus propios propósitos. Pero no importa. Planificar es necesario. Aunque sea para fracasar. Asesinato del embajador ruso en Turquía. Internet se llena de imágenes. Algunos las banalizan inmediatamente. Comienzan los memes. El terrorista en la pose de Fiebre del sábado noche . El terrorista como el protagonista de una película de Tarantino. El terrorista como dj. Y también, claro, el terrorista como un performer. Una obra de arte político, dicen algunos. La imagen ya entra en el flujo de todas las imágenes que tenemos en la cabeza. Liberada de lo que significa –más allá del crimen, del nombre, de la vida real– la imagen es intercambiable. La imagen se desactiva. La realidad muere. Te preocupa esa desactivación, pero te preocupa aún más la inmediatez con la que
Cuaderno de bitácora de Miguel Ángel Hernández. Reflexiones apresuradas sobre arte, literatura y cultura visual.