La nada es mía
A [Artículo publicado en Almudí. Revista de cultura de Murcia, nº 12, julio de 2021] La noticia se hizo viral a finales del pasado mayo: el artista Salvatore Garau vendía por 15.000 euros una obra invisible. Io Sono era el título de esta escultura inmaterial que mostraba una idea, una emoción pura, una proyección mental del artista en un espacio vacío. Varias semanas después, el artista el norteamericano Tom Miller demandó a Garau porque él ya había expuesto una nada de esas características en 2016, Nothing , que fue “instalada” en una plaza de Gainesville, en Florida. Por si eso fuera poco, unos días más tarde, otro artista, el español Boyer Tresaco también denunció que él llevaba realizando este tipo de esculturas invisibles desde hacía años. Una de ellas, 2.200 decímetros cúbicos de Nada , se encuentra “expuesta” en la Fundación-Museo que el artista tiene en La Manga del Mar Menor. Vista desde fuera, esta situación parece una competi...