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Mostrando entradas de diciembre, 2007

Año nuevo

Estamos llegando. Ya sabes lo que hay que hacer. Cierra los ojos y no hagas caso a nadie. Y sobre todo, oigas lo que oigas, no pares de correr. ---

Los cinco libros de 2007

No me gusta demasiado hacer listas, pero esta semana El faro de las letras , el suplemento literario para el que escribo en Murcia, me ha pedido que establezca un ranking con los cinco mejores libros de 2007. Evidentemente, tal lista no ha podido escapar a mis gustos personales. En estos casos, la razón, por mucho que uno quiera, juega siempre un papel subsidiario. Por tanto, mi lista responde esencialmente a gustos e intereses personales, razonados, es cierto, pero asentados en la subjetividad más absoluta. Aquí la transcribo tal y como fue publicada el pasado viernes 28 de diciembre. Quedan muchas cosas fuera, pero cinco libros son demasiado poco para elegir. 1. Exploradores del abismo , de Enrique Vila-Matas (Anagrama). Aunque no es el mejor libro de Vila-Matas, la calidad de su escritura no admite cuestionamientos de ningún tipo. Ni un momento he dudado en situarlo el primero de la lista. Este libro, que supone el regreso del autor al cuento, uno de los géneros que más ha hecho evo

Aniversario

Hoy, hace un año, nació No (ha) lugar. Se originó un día en el que no tenía nada que hacer (quizá el único día aburrido del año), y surgió como capricho más de navidad. El culpable principal (he de reconocerlo) fue Ángel y su Está la cosa muy mala , que me apasionó desde el primer momento. Su perspicacia y sentido del humor me siguen cautivando como el primer día. Luego descubrí que otros amigos, como Fernando Castro y Taun , habían iniciado el blog más o menos por la misma época que yo, y me convertí en un fiel seguidor de sus desvaríos. Desde un primer momento, lo único que no tuve claro fue para qué iba a utilizar el blog, una duda que sigue conmigo y que difícilmente dejaré de lado, aunque, después de un año, quizá la respuesta que pueda dar es que un blog es un bloc, un cuaderno de notas, una bitácora de navegación que une dos realidades, la real y la virtual. Pero sobre todo, un blog es una herramienta de comunicación, un lugar para la creación de lo común. Responde, creo yo, a

Inteligencia narrativa

Ricardo Menéndez Salmón, Gritar. Madrid, Lengua de Trapo, 2007. 128 págs. No hace tanto que en este lugar comenté La ofensa , la última novela de Ricardo Menéndez Salmón (Gijón, 1971). En aquella crítica, entre otras cosas, decía que esa novela era el comienzo de la consolidación de la trayectoria de este joven autor, que se situaba en un lugar de enunciación privilegiado en el panorama de las letras españolas. También aludí en aquella ocasión a una característica escritura inteligente y culta, una prosa ágil pero meditada, plagada de referencias culturales, en el límite muchas veces del ensayo o la filosofía, lugar, por cierto, del cual proviene el autor. Pues bien, se podría decir que todas esos comentarios, especialmente aquellos que tenían que ver con la versatilidad e inteligencia narrativa vuelven a ser puestos en obra en Gritar , una colección de nueve cuentos que contribuyen a aumentar la sensación de que Menéndez Salmón ha emprendido una carrera imparable a la conquista de

Expiación

Cada vez tengo más claro que la Navidad, en lugar de alegría y gozo, es un tiempo de expiación y consuelo. Bien pensado, las pantagruélicas comidas familiares no responden a otra cosa que a la máxima de “penas con pan son menos”. Nos consolamos comiendo hasta la extenuación, cantamos villancicos para espantar nuestro mal, nos emborrachamos para olvidar las desdichas del mundo y compramos regalos para sobrellevar nuestro complejo de culpa. ---

Feliz Navidad

Como a muchos otros, la Navidad me vuelve melancólico. Ha sido siempre una época de pérdidas, un tiempo para mirar atrás y recordar a los que ya no están. Sin embargo, hay momentos, como hoy, en los que el desenfreno me impide sentir otra cosa que un futuro que no acaba de llegar. Cuando eso sucede, cuando tengo dificultades para recordar, busco deliberadamente la melancolía y me la autoimpongo como penitencia. La necesito para reconocerme en aquello que ha dejado de ser. Entonces leo a Cioran y me encuentro con aforismos como este:  “Del recuerdo del tiempo en el que no hemos sido y del presentimiento del tiempo en que no seremos nace la sugestión de infinitud melódica de la melancolía” (El ocaso del pensamiento). Y vuelvo sonrojarme cuando digo  Feliz Navidad. ---

Descanso

Semana de comidas y cenas, de copas y fiestas, de fines y confines. Pero también de clases, lecturas y, sobre todo, de Cendeac, cuya programación de 2008 ya está finiquitada. Tras dos días sin dormir, ayer me metí en la cama a las diez de la noche. Hoy no he hecho más que gandulear. El gobierno dice que hay que comer conejo, pero yo optaré estos tres días de fiesta por el género avícola, y me tocaré los huevos para ver si incuban. Tiempo de regeneración. Estoy mudando la piel. Siento realmente que algo nuevo está fraguándose. ---

Economías del placer

Hoy es para mí un día feliz. Por fin el gobierno de España dice algo en condiciones. Además, algo con lo que estoy tremendamente de acuerdo. Para hacer frente a la subida de precios de navidades , se recomienda “comer conejo”. Ya era hora de que un gobierno afrontase directamente la realidad de un país. Por fin se dicen las cosas a la cara. Comer pavo engorda, y el marisco está muy caro. Así que el día de nochebuena , una sopa, fruta, y a comer conejo toda la noche. Y en nochevieja , en lugar de cotillón, conejón , eso sí, con matasuegras incluido para paliar las deficiencias de la sin hueso. Seguro que al día siguiente nos levantamos con mejor cuerpo, sin resaca, y con la economía puesta a punto. No sé de quién habrá sido la idea, pero desde aquí lo felicito. Buena táctica: convertir las recesiones en erecciones. Alquimia pura y dura (nunca mejor dicho). Economías del placer, capital libidinal y trabajo inmaterial.  Quizá en otra cosa no, pero en eso, yo cumpliré como buen españ

Leer

Llevo unos días sin apenas escribir. Y es que no he tenido un minuto para sentarme frente al ordenador. Hoy, primer día que me siento en casi una semana, miro los libros que he ido comprando estos meses y que estoy deseando leer. Se acumulan en varios montones, pero creo que con paciencia y ganas les podré hincar el diente. Estoy que me leo encima. Las navidades serán un remanso de paz para poder leer con tranquilidad. Tengo ganas de estrenar la nueva capacidad lectora de mis ojos nuevos. Ojos que todavía siguen acuosos después del seminario de Alfredo Jaar . Su obra me ha devuelto la confianza en el arte. ---

Aún

Después de volver a recordar el proyecto de Alfredo Jaar sobre el genocidio de Ruanda , sin saber a ciencia cierta por qué, me han entrado unas ganas terribles de escribir poesía. Lo he intentado esta noche, pero parece que no me encuentro en condiciones de hacerlo. Así que he rebuscado en lo que tenía. Y he encontrado poco, muy poco. Un pequeño poema escrito hace unos años, cuando también quería ser artista. Nada digno de ser leído. Nada que me satisfaga demasiado. Aún así, lo escrito, escrito está. Seguir dibujando aún hoy que ya no es posible respirar Seguir dibujando todavía cuando has muerto desconsolada y me miras con ojos prestados de otros que murieron con sangre en los párpados Y yo te miro sin que me puedas ver sin que tus ojos con sangre de otro se apiaden en mí Por eso y no porque hayas muerto debo seguir dibujando. ---

Non olet

Hace unas semanas, el artista madrileño Santiago Sierra (1966) inauguraba en la Lisson Gallery de Londres una exposición compuesta por veintiún módulos antropométricos en la línea de la estética minimalista: formas geométricas puras que se repiten formando un todo. Esta apariencia neutral cambia cuando leemos que esos módulos han sido construidos con excrementos humanos provenientes de las ciudades de Nueva Delhi y Jaipur. Excrementos que han sido recogidos por los trabajadores del Sulabh, lo más bajo de la sociedad de castas hindúes, obligados desde pequeños a trabajar llevando mierda de un lugar a otro para purgar los malos actos de su vida anterior. En la instalación, y debido a que los excrementos han sido tratados químicamente, nada de esto es percibido. Solo vemos unas formas abstractas y asépticas. Pero detrás de eso, se encuentra todo un sistema de explotación y sumisión frente al cual ladeamos la mirada. Uno de los aspectos más relevantes de la obra han sido los numerosos prob

Te(le)ología

Al final, sobresaltado por la crudeza de las imágenes, el hombre de blanco no tiene más remedio que ladear la mirada y apagar la televisión. Antes de acostarse, se frota los ojos y reflexiona unos segundos sobre lo que ha visto: la gran explosión, el agua, los animales descomunales, el cataclismo... todo más o menos aceptable hasta el que el bicho peludo se pone a dos patas y logra decir ‘mío’. A partir de ahí todo va a peor. Lo más triste es que mañana ponen lo mismo. ---

Tareas

Intento aprovechar el puente para ponerme al día. Me senté el jueves por la mañana al ordenador y apenas me he levantado. Son las dos y media de la madrugada del sábado y no le veo fin a esto. Las cosas atrasadas me acosan. He adelantado mucho, pero todavía me queda. Había demasiadas cosas esperándome. Me siento como Sísifo , pero cada vez me cuesta más trabajo llegar a situar la roca en la cima de la montaña. Y a veces me pregunto si no sería mejor dejar de intentar moverla. ---

Sin rumbo

Subió al tren con la única intención de perderse para siempre. Al sentarse, leyó este cuento y meditó unos segundos. Bajó en la siguiente parada y regresó a casa. No necesitaba la distancia para errar eternamente. ---

La llave de la literatura

José Carlos Somoza, La llave del abismo , Madrid, Plaza & Janés, 2007. 526 págs. Aunque no es ninguna novedad, tras el éxito de El Código Da Vinci parece que la fórmula del bestseller se ha asentado entre nosotros. Y sobre todo, después de este fenómeno “literario”, parece que la literatura de entretenimiento ha entrado en un estado de práctica catatonia y acomodamiento a fórmulas establecidas, convirtiéndose en algo ramplón y aburrido. Los autores "a lo Dan Brown" han llenado las mesas de novedades de las librerías y aeropuertos hasta un punto casi nauseabundo. Libros y libros sobre las mismas cosas, muchos de ellos infumables y soporíferos, tanto que hoy en día, cada vez más, quien se arriesga con uno de estos mamotretos conspiranoicos es digno de ser elevado a los altares. Lo más triste del caso es que esa fiebre bestsellerista ha hecho caer en el mismo saco a obras y autores de calidad contrastada. Y lo más lastimoso: que parece haberse establecido una barrera insal

Snow music

Fantástico el concierto de Michael Snow en el Cendeac. Una pena que la víspera del puente haya mermado la asistencia. Pocos, pero buenos. Snow se ha marcado una improvisación a piano como hacía mucho tiempo que no veía. Y luego nos ha enseñado uno de sus últimos vídeos. La verdad es que, aunque cueste un enorme trabajo la gestión, en momentos como estos uno se siente un privilegiado. Esta experiencias no se olvidan, y aumentan con los años. [Piano Cendeac. by Manuel Saura] De todos modos, lo más emociante de la tarde para mí ha sido poder sentarme un rato al piano de cola e improvisar durante unos momentos. Creo que lo he escrito ya en más de una ocasión, pero lo cierto es que cada vez que tengo un piano delante de mí, tomo conciencia de que, antes de cualquier otra cosa, soy un músico frustrado. Por mucho que escriba, siempre la música me acecha. A veces se me olvida, pero en ocasiones me vuelve a la mente el pensamiento de que la música puede lo que ningún otro arte. Luego reflexiono

El cumpleaños de womahn

Hoy ha sido el cumpleaños de womahn . Y ni siquiera he tenido un momento para estar con ella. Michael Snow se ha apropiado de su día. Ahora llego y la encuentro dormida, y, al mirarla, pienso que es la gran damnificada del CENDEAC , la que aguanta lo inaguantable y la que soporta cosas que están en la frontera entre lo humano y lo divino. De todos modos, a womahn nunca le he dedicado un post, y probablemente nunca lo haré. Aunque quisiera, no encontraría de ningún modo las palabras para hablar de ella. Además, hay cosas que no necesitan ser escritas. Es, sin duda, la mujer perfecta. Esa que dicen que no existe. Y no es que no exista, es que duerme en mi misma cama (a veces). Felicidades womahn . Y gracias por todo. ---

Vita brevis

Accidentado trasiego a Bruselas, la ciudad más aburrida del mundo. Dos días que han parecido tres semanas. Un maratón de avión y autobús que me ha hecho incluso perder la noción del tiempo. Tiempo eterno que he podido casi percibir en su espesor. Como dijo alguien que ahora no recuerdo, la vida es breve, pero hay días que se hacen interminables. ---

Casi sin apenas tiempo

Casi sin apenas tiempo para deshacer la maleta tras el viaje anterior, salgo esta noche para Bruselas. Ya no controlo el espacio-tiempo. Estaba convencido de que el viaje era ayer y, si no llega a ser porque llamé para enterarme de la hora, me planto ayer a las tres de la mañana de camino al aeropuerto . Además, la confusión me ha partido en dos. El lunes tenía clase y apenas he tenido tiempo de avisar. El lunes por la noche, justo después de regresar, ya tenemos a Michael Snow en el Cendeac . Así que poco tiempo tendré de hacer algo en condiciones. De todos modos, estoy deseando escucharlo, tanto su conferencia como su improvisación al piano. Seguro que será una experiencia interesante. ---

Asignaturas

Ayer elegimos asignaturas para el año que viene. La cosa no ha quedado tan mal, aunque he perdido la "Teoría e historia del arte", de primero de Bellas Artes. Me quedo entonces con el "Arte contemporáneo" de primer ciclo de filosofía, la segunda parte de "Arte del Mundo Contemporáneo" de cuarto de Bellas Artes, y "Fuentes iconográficas de las artes plásticas" de tercero de Bellas Artes. Total 16'5 créditos, que comparados con los 24 de este año van a suponer un alivio considerable en mi estrés . ---

Peligro: Arte

En los últimos días ha saltado a la prensa la noticia de que Shibbolet , la obra de la colombiana Doris Salcedo en la Sala de Turbinas de la Tate Modern, ha provocado ya más de diez heridos, algunos de los cuales han demandado al museo. La obra consiste en una serie de grietas en el suelo de la galería. Unas grietas que dan la sensación de que algo terrible está a punto de ocurrir. Pues bien, como una profecía, lo terrible, en efecto, está sucediendo, pero en lugar de un gran cataclismo, el desastre es que la gente se tuerce los tobillos al caerse en las grietas. Y esto es así hasta el punto de que la Tate ha tenido que llenar la sala de carteles que alertan de la peligrosidad de la obra, advirtiendo al espectador que pise con cuidado y que no deje a los niños sin vigilancia. Todo esto, que puede resultar hasta cierto punto divertido, me ha hecho reflexionar acerca de la equivocada idea de que el arte es algo bueno e inofensivo. A veces llevamos a los niños a los museos creyendo que al