Acaba el año. Ha habido de todo. Bueno y malo. Mi balance es positivo. No me puedo quejar. De hecho, no puedo pedir más. O no debo. Sobre todo si miro a mi alrededor y veo cómo está el patio. Así que este año mis deseos serán para los demás. Porque conozco a muchos que están jodidos. Muy, muy jodidos. Espero que el año que viene les vaya a todos mejor. Que a algunos les vaya por primera vez la cosa bien. Para mí no deseo nada más. Si acaso, que esto dure así algún tiempo. Pero si no lo hace, ya ha sido mucho más de lo que había imaginado. Gracias a todos y feliz 2012.
Cuaderno de bitácora de Miguel Ángel Hernández. Reflexiones apresuradas sobre arte, literatura y cultura visual.