Cinco años de la muerte de mi padre. Aunque es imposible olvidar, a veces es necesario hacer esfuerzos por recordar. Marcar el día, mirar hacia atrás, dejarse atrapar por la nostalgia, o lo que es lo mismo: conmemorar.
Cuaderno de bitácora de Miguel Ángel Hernández. Reflexiones apresuradas sobre arte, literatura y cultura visual.
En estos dias estoy reviviendo el penoso sufrimiento que hace un año tuve con mi padre en el hospital, hasta que murió. Mismo mes de julio y qué diferentes son ambos, aunque dentro de mí todo se vuelve a presentar como aquellos dias.
ResponderEliminarUn abrazo, siempre solidario
Acabo de descubrir tu blog, por cosas de esas que la gente llama azar. Me gusta mucho, enhorabuena, te agrego a mi blogroll, si te parece bien
ResponderEliminarsaludos :)
Conmemora, no es bueno olvidar el pasado, pero al mismo tiempo ten un ojo enfocado al futuro, aunque te confundan con un camaleon.
ResponderEliminarUn abrazo.
De forma inexorable vamos llenando de cruces nuestro calendario interno, yo lo tengo a rebosar y en aumento. Es bueno recordar, si, ¿pero hasta que punto?, me temo que si seguimos trazando una cruz en cada fecha, llegará el día que nos quedemos sin casillas donde marcar.
ResponderEliminarAntonio Rentero te da un buen consejo, la técnica del Camaleón, un ojo hacía delante y otro hacía atrás, sin fijar los dos en el mismo punto.
emilio