Esto no es una lista de lo mejor del año. Porque para hacerla tendría que haberlo leído todo. Y soy consciente de mis límites y gustos como lector. A pesar de leer muchísimo (soy un vicioso del asunto), no me llega para dar cuenta de muchísimas cosas. No me he puesto a contar, pero creo que la cosa sobrepasa los cien libros. A un ritmo de dos o tres por semana salen entre 120 y 140. No llevo un registro. De todos modos, aunque lo llevara, este texto lo escribiría de memoria. Sobre todo porque me gusta pensar, al acabar el año, en los libros que más poso me han dejado, los que he seguido habitando un tiempo después de su lectura. Si me pidieran uno solo, por encima de todos los demás, creo que tendría que quedarme con Madre de corazón atómico , de Agustín Fernández Mallo (Seix Barral). Es el libro perfecto. El que más me ha marcado de todos los que ha escrito. Hasta el momento, mi preferido de su bibliografía era Limbo (Alfaguara) —tengo clavada en la memoria la histor...
Espero que sobre-vivas, y que a la piel no se le vuelva un habito este hudimiento...
ResponderEliminarsaludos
Gaby
Lo que tienes que hacer es cogerte (que diría un argentino) a womahn y poner manos a la obra de generar descendencia y así empezáis a ser vosotros los festejados en este día y en el de la madre, que no es por hacer leña del árbol astillado, pero tb viene por ahí.
ResponderEliminarUn abrazo muy muy fuerte.
Además de secundar la propuesta 'argentina' del señor Rentero, que como psicólogo no tiene rival a esta orilla del Segura, siéntate a los pies de tu piano y vuelca en sus teclas tus sentimientos....desconecta...y luego vete con WOMAHN a disfrutar del pedazo día que hace, callejea, respira, y no pienses en nada.
ResponderEliminarUn abrazo muy muy muy fuerte a los dos.
Miguel Ángel muchos ánimos, se me hace difícil decir algo. Un abrazo.
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