Tiempo por venir 9
Lunes 17 de junio
A las siete de la mañana, en ayunas, análisis de sangre para la operación de menisco. Después, electrocardiograma. Y justo desde allí, al dentista para tomar las medidas de una férula que vas a tener que ponerte a partir de ahora. Llevas un año completo. Reforma integral y repinte de paredes. Tal vez sea la edad.
En el Cendeac, reunión del comité editorial. Coincides allí con Sergio Porlán y le propones que ilustre este diario. Te interesa su serie de cabezas veladas. Hay algo sensual y, al mismo tiempo, mistérico en esos rostros ocultos. Como lo que escribes aquí. También a medio camino entre el exhibicionismo y el camuflaje. Un modo de mostrarse que incluye también sus rincones y puntos ciegos. Porque en estas páginas está expuesta tu intimidad, pero también hay mucho fuera de campo, enmascarado. En ocasiones, a la vista de todos. Lo intuyó Edgar Allan Poe en 'La carta robada': la mejor manera de ocultar algo es mostrarlo, hacerlo evidente. El secreto mejor guardado es el que nadie sabe que es un secreto. [Sigue leyendo]
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