7 de marzo
Diez años ya. Parece mentira. Aún lo parece. Parece imposible. Y sigue siendo verdad. Hoy has vuelto a soñar con ella. Como tantas y tantas noches. Porque una madre sigue siendo una madre. En la ausencia. En la memoria. Es la herida que jamás sana. La cicatriz húmeda con la que aprendes a convivir. El dolor que se incorpora en alma, en los órganos, en la piel, el dolor que también a veces se posa en la sonrisa. En todos los gestos, en todo lo que eres, has sido y serás. Porque una madre sigue siendo una madre. Siempre. Desde el principio, antes de saber nada, antes de estar ahí. Hasta el final, hasta el final del final, hasta que puedas decirte humano. Una madre. Tu madre. La que se fue hace diez años. Diez años que nunca creíste que llegarían a pasar. El futuro del duelo. El futuro de la pérdida. Lo inimaginable. Lo que, a pesar de todo, con suerte, acaba llegando. 7 de marzo. Isabel Navarro. La mamá. Diez años ya. La flecha del tiempo tiene mil puntas.
La Calle del Orco me ha traído hoy hasta aquí. Es un placer descubrir tu blog. Me gusta lo que he encontrado.
ResponderEliminarSerá un placer charlar contigo en El zoco del escriba y debatir mientras tomamos un té con hierbabuena del último libro que te ha entusiasmado.
Alberto Mrteh (El zoco del escriba)