Lorca

Blogger ha estado roto durante un día y se ha borrado la entrada que dediqué al funesto terremoto de Lorca. Después de las primeras noticias, hemos sido conscientes de que la cosa ha sido terrible. Nueve víctimas, muchos heridos y una ciudad desolada. Parece que las desgracias cuando suceden cerca son más desgracias, que los muertos de uno son más muertos, que las heridas del vecino duelen más que las de quien no se conoce. Esto es así, y es inevitable. Desde aquí, envío un fuerte abrazo a los vecinos y amigos lorquinos.

Comentarios

  1. Después de leer tres libros sobre catástrofes, te acojonas un poco y más si se ha tenido seguimiento a la tragedia de Japón. Todavía hay quien cree las profecías de Nostradamus, del Códice Maya y otros tantos agoreros que no profetizan nada, solo son observadores del devenir de la humanidad. Los años dan una tranquilidad asombrosa, “lo que tenga que ser será” digo yo, sigo tomándome mi vinito, pelando el camarón de turno y saboreando lo que me queda de vida, sin consentir que los profetas me amarguen con sus Apocalipsis.
    Tranki Miguel
    emilio

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  2. Aquí en Bigastro, simplemente temblaron los cuaddros y poco más. Enseguida me metí en las redes sociales y era increible la gente que comentaba la noticia. Lo desolador llegó después cuando empezaron a contarse los muertos y las imagenes en directo llegaban. Te paras a pensar, y sabes que esa pequeña sacudida que dió el cuadro en la pared, en otro sitio ha significado la ruina de una familia o el destrozo aún peor de una vida.

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