Impresiones fugitivas

Después de sufrir la paliza del Cartagena al Murcia de esta mañana, me quito las pinturas de guerra y me recluyo en la lectura. Y nada me viene mejor que emocionarme una vez más con Impressions fugitives (L'ombre, le reflet, l'écho), el libro de Clement Rosset con el que me vuelvo a introducir en la cuestión de la sombra. Como ya he señalado en alguna ocasión en este blog, Rosset es uno de los pensadores que más admiro. Su teoría sobre los dobles de lo real ha sido tremendamente importante para mí. En este pequeñito libro que estoy leyendo, Rosset analiza una serie de impresiones fugitivas de la realidad (la sombra, el reflejo y el eco) que, para él, no son dobles, sino partes constitutivas de la realidad misma. La sombra no es una imagen del objeto, sino una parte de éste. No hay realidad sin sombra, ni sombra sin realidad.

Lo más fascinante de Rosset es su prosa hipnótica y su manera particular de analizar los problemas, siempre a través de pequeños libros que parece decir las cosas oído, texotos íntimos, cercanos, que se encuentran en el registro de la sugerencia, el esbozo o el apunte. Y es que a veces no es necesario decir más. El resto sobra. De hecho, estas microintervenciones, que casi podríamos llamar filosofía portátil, en ocasiones producen muchas satisfacciones que los sesudos tratados que buscan arrinconar al objeto de estudio desde todos los lados, intentando agotarlo, como si quisieran hacerlo desaparecer. Rosset, en cambio, sugiere, acompaña, señala, toca o, incluso, abraza ese objeto, pero nunca lo mata del todo. Y eso, que en otros lugares podría ser visto como una merma, en este caso, al menos desde mi punto de vista, es una de las virtudes mayores. Una alejamiento del saber totalitario y opresivo, un posicionamiento en favor de un conocimiento fragmentario que aparece a fogonazos, abriéndose brevemente para volverse a cerrar enseguida. Un lichtung, que diría Heidegger, un desocultamiento en el claro del bosque. Contundente, iluminador, pero siempre fugaz. Una luz que deja en el lector una huella que no se borra pero que tampoco entorpece su avance.

Comentarios

  1. Qué grande (y no sólo físicamente) eres! Es que lo de esta mañana ha sido un "sorbo" demasiado fuerte para los que hemos ido. Me he recluído alguna pelicula de tv (canal no generalista) y en la informática y sus diferencias PC vs Mac (cada vez que enciendo el portátil, veo al PC y a Windows como algo más arcaico).

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  2. "Me he recluído EN alguna película" (en una tipo miniserie), y, con eso y el ordenador, ya ha pasado el "mazazo" matutino.

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  3. El hombre es un ser, que acaba, pero sin embargo el tiene hambre de inmortalidad, nadie quiere morir, cualquier escritor habría entregado toda su obra por dos años más de vida. Y sin embargo sabiendo que es un ser finito, se pregunta por la finitud, la afronta no la niega, aunque algunos la niegan, pero la filosofía pone esto de manifiesto el hombre es un ser finito, y como es un ser finito se angustia, se angustia porque muere, cuando al angustia le dice al hombre que su destino es la nada, al hombre le viene la idea de la nada, y le lleva a pensar que el va a ser nada durante mucho tiempo.
    De alguna forma la grandeza del hombre reside en que sabe que muere y sin embargo sigue viviendo, esto lo podemos ver en el arte, en la literatura, en al pintura, en la música, cuando una partitura termina sentimos la angustia de lo que termina. Pensemos en un día normal, en el que nos dejamos llevar, pensemos en la vida, pongamos que me afeito, que desayuno voy al trabajo, el jefe me trata mal, pero no demasiado, sigo, almuerzo, como mala comida, salgo, hay problemas con el tráfico, llego cansado a mi casa, pero nada grave me asedio durante el día, saludo a la familia, y me voy a dormir, y digo, pues ya paso otro día de mi vida, si paso, pero NO paso, no paso nada ese día en mi vida, yo lo pase, no me angustie, no me amargue, no me asuste, me deslice por ese día como una hoja en la tormenta del capitalismo del siglo XX1, que es el sistema vigente

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  4. pero cuanto más interesante habría sido si yo me parase de repente, y dijese ¡Pero qué porquería de vida! Y a partir de ese momento yo estoy solo, estoy SOLO, y eso es tener valentía, y eso es tener una actitud crítica constructiva, ya no pertenezco al rebaño, ahora me pertenezco a mí mismo, ahora tengo que elegir para ser el responsable de cada una de mis elecciones. Aquí es donde entra para mi uno de los pensadores clave para entender el siglo XX, Nietzsche, y me han venido a la memoria algunas de sus palabras que también me ha sugerido el texto al decir “Una alejamiento del saber totalitario y opresivo, un posicionamiento en favor de un conocimiento fragmentario que aparece a fogonazos, abriéndose brevemente para volverse a cerrar enseguida.”: “Ve hacia adelante, por un camino de sabiduría, con paso firme, con enérgica confianza, seas como seas, se tu propia fuente de experiencias, deshazte del descontento acerca de tu naturaleza, perdónate a ti mismo, lo tiene en tu poder, mezclado con todo lo que has vivido, con tus miedos, tus comienzos en falso, errores, engaños, pasiones, amores, esperanzas, e ahí tu meta, sin sobrarte nada, soy un viajero errante y un escalador de montañas, dijo Zaratustra a su corazón, lo que regresa, lo que finalmente vuelve, es mi propio ser, ¡Ay de mi!, he iniciado mi paseo mas solitario, pero quien quiera que sea como yo, no puede escapar a dicha hora, la hora que te dice, solo ahora sigues el camino a la grandeza, cumbre y grandeza están ahora unidas, ya que todas las cosas son bautizadas en una fuente de eternidad y están más allá del bien y del mal.”

    Mario A

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  5. "El bien es todo aquello que eleva el sentido del poder en el hombre, la voluntad de poder, el mismo poder".

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