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Nuevos colegas

Acabo las clases de urbanismo. Termino con un análisis del burdel como espacio urbano contramoderno y de la prostituta como contrafigura de la modernidad. Creo que se me ha ido un poco la pinza con el planteamiento de la asignatura. Era un reto difícil, y quería presentar algo diferente. No sé si lo habré conseguido. Al menos lo he intentado. Por las caras de incredulidad de los alumnos durante las clases, es posible que me haya pasado un poco con la perspectiva filosófica y sociológica. Y sobre todo con la matraca de Benjamin, que les va a salir hasta en la sopa. Aunque, por supuesto, no han faltado Simmel, Lefebevre y Foucault. En fin, muchos nuevos colegas que les he puesto en la mochila junto a sus Wolfflin, Argan, Gombrich y Panofsky.

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