Lejos
Me vuelvo a sentar frente al ordenador tras unos días de intensa actividad social. Clases, reuniones, cenas... vida pública. Cada vez me cuesta más trabajo ocultar mi incomodidad. Lo hago porque no tengo más remedio. Pero me doy cuenta de que durante todo ese tiempo de "exposición" sólo añoro una cosa: la soledad. Desconectarme del mundo. Estar solo. Solo para escribir, para leer, para pensar. La soledad me alivia. El silencio me produce placer.
Si estos días no os cojo el teléfono, no es nada personal. Estoy desconectado del mundo. Si me encontráis por la calle y veis que, aunque os salude y hable con vosotros, tengo la mirada perdida, no os preocupéis. Estoy lejos, muy lejos, en un lugar de mi mente cuyo nombre aún no conozco. Algún día volveré, pero nadie se dará cuenta.
Si estos días no os cojo el teléfono, no es nada personal. Estoy desconectado del mundo. Si me encontráis por la calle y veis que, aunque os salude y hable con vosotros, tengo la mirada perdida, no os preocupéis. Estoy lejos, muy lejos, en un lugar de mi mente cuyo nombre aún no conozco. Algún día volveré, pero nadie se dará cuenta.
Lo que buscas es un tanto utópico, no(hay)lugar donde caerse solo.
ResponderEliminarEsto es del calor. Veras como se te pasa en octubre.
ResponderEliminar--
ResponderEliminarSin casualidad llego por el hecho de mi gusto por Cioran. Y por el hecho de tener al descubierto estas letras me puse a leerlas, tal lectura me despierta un sabor similar al que siento en mi realidad. No sè que tan gratificante sea, sin embargo me da gusto al menos saber que en esta tierra existen otras formas de sentir muy particulares y la tuya me cautiva por quererla basar en la soledad.
Saludos.
...zxoch.
Hola!
ResponderEliminarno sé muy bien cómo he llegado a tu blog, a veces uno se pierde en la red sin saber por qué.
Sólo quería felicitarte, saludarte y animarte a que pases por el mio, humilde y poco visitado (no soy amigo de la publicidad, aunque ahora, no sé por qué, te la haga a ti).
Adios
Coño Miguel Ángel! A ti lo que te hace falta tal vez, es justo lo contrario, unas cañas con quien te apeteza a ti y no quien te obliguen a estar, una conversación, trascendente o intrascedente que a ti te apetezca sacar a relucir, en suma, un encuentro creado por ti (yo me ofrezco a ello, claro!). Esto no quita que la soledad sea necesaria y hasta añorada, pero no se hombre..., te notaba muy hecho polvo en el blog!
ResponderEliminar¡Ánimo! Y por cierto, hablando de reuniones deseadas (espero), hay que quedando para cerrar, que digo cerrar, para plantear el Maratón!!
Un abrazo.
Hace poquitos dias tuve el inmenso placer de encontrarme a solas con la soledad, en citas intermitentes, pero lo suficientemente extensas como para comprobar que la soledad y yo nos llevamos muy bien.
ResponderEliminarA ver si me concede algún encuentro mas dentro de poco.