Relajante
Con el ajetreo del viaje, el dolor de costado, que comenzaba a remitir, ha vuelto casi como el primer día. Hoy no se me ha ocurrido otra cosa para paliarlo que tomarme, antes de ir a clase, un relajante muscular de los fuertes. No os podéis imaginar los esfuerzos que he tenido que hacer para permanecer despierto mientras explicaba el Cuadrado Negro de Malevich, uno de mis cuadros favoritos. He hecho todo lo posible para que no se me notara nada, pero mientras intentaba explicar la influencia de los iconos bizantinos en el cuadrado he perdido, durante un microsegundo, contacto con la realidad. Ha sido un parpadeo, pero creo que incluso he soñado. Lo que no sé es si aún me he despertado, porque llevo todo el día en una nebulosa.
Me encanta que hayas soñado en un microsegundo, un microsueño, apto para un micro-relato.
ResponderEliminarBienvenido
¿Y si en realidad en aquel momento pasaste al sueño en el que continúas?
ResponderEliminarCuánto mal han hecho la luz al amor y el Miolastán al arte…
ResponderEliminarRentero, Mahn: Esto es cartesianismo puro, la imposibidad de distinguir el sueño de la vigilia. Un abrazo Mahn, y recupérate pronto
ResponderEliminarTigre, vamos a dejarlo en "esto es puro Matrix", por si hay alguien de la LOGSE leyendo...
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