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Dejarse la piel

Regreso del partido "Profesores vs. Alumnos" que hoy hemos jugado con motivo de las fiestas de Bellas Artes. Me he dejado, literalmente, la piel en el campo. En un ataque, me he pasado de frenada y he dado con mis huesos (y mis carnes) en el asfalto que rodeaba al césped artificial. He fingido que no ha sido nada, pero por dentro me moría de dolor. Habría querido gritar y llorar, pero me he levantado con dignidad y he seguido jugando como si nada.

De todos modos, mi contribución al partido no creo que haya sido determinante. Creo que salvo el guarrazo del suelo y algún amago de rabona y chilena, lo único que ha llamado la atención de mi juego han sido mis botas, unas Nike rojas brillantes del 47 y medio que no pegaban ni con cola, pero que quedaban bien para un partido entre artistas. Seguro que a más de uno le ha venido la inspiración al verlas.

Comentarios

  1. ...la inspiración y el deseo,sabes tu..., la erótica del pie?
    Un abrazo, Jaume.-

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  2. Eso es un machote, y no los vikingos.
    Imagino que tendrás moratones varios (cardenales, los llamaba yo de pequeña).
    Un abrazo

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  3. Dios mio!!! si el arte sigue por este camino... acabaremos en el martirioooo

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  4. Yo tuve agujetas durante tres días tras el partido en picnic escolar. Gafas torcidas, balonazos en las partes, ir a buscar la pelota que se aleja tranquila pero exponencialmente fuera del terreno virtual de juego cada dos por tres, el cigarrito del final...

    Lo que me gustó pensar en ese momento fue en la extraña y desconocida descoordinación esencial entre lo que quiere el cerebro y los patosos gestos, caídas, piruetas varias, encontronazos, etc. del cuerpo actual. Jugué dos partidos en paralelo, y el imaginado duró tanto como las posteriores agujetas. Parapléjico pero con moviola mental...

    Qué duro está el suelo, sea del tipo que sea.

    En fin, tampoco imagino a Higuita coordinando su aguijonazo...

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  5. Y la pelota... Todo el mundo hace conatos de dribbling, despeje, pase, levante de cabeza tipo mediocentro antes del imaginado pase tipo shuster o xavi, pero la pelota siempre se queda por ahí, la pelota olvidada, rebotada o ni rozada mientras la gente cae, choca, levanta polvo o hierba, la pelota a veces hasta se mueve lentamente mientras todo esto sucede y el nuevo pelotón circunstancial va tras de ella o la ve venir.

    Lo mejor es toda la jerga 'técnica' o 'anímica' que se oye entre jadeo y jadeo.

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  6. Doy fe de la maestría futbolística de mahn en el inolvidable Agridulce Arena (ah, esos sábados polvorientos...).

    Goles desde posturas impensables, diaparos desde el medio del campo nada más sacar tras un gol del equipo contrario que terminaban dentro de la portería del contrincante cercenando su reciente alegría, regates inconcebibles... bueno, y alguna que otra buena galleta de las que hacen historia, como aquella vez que desapareció por el terraplén de la banda lateral por un infortunado resbalón.

    Y creánme, que hacer desaparecer en un segundo a mahn es algo digno de David Copperfield!!!

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  7. Qué razón tenéis todos. Y qué razón tiene Antonio. Todavía recuerdo aquella caída en el Agridulce Arena (lo de arena era literal, porque uno acababa de tierra hasta los dientes). En una escapada por la banda, se me fue el pie y caí rodando por un terraplén. Milagrosamente, tras cinco o seis vueltas, volví a mi posición original y seguí jugando como si nada. Creo que fui agarrado por alguna energía sobrehumana, porque de lo contrario no me explico como no me rompí la crisma.

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  8. Te faltó al levantarte haber dicho "el fútbol es así... y su puta madre" :-)

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