De Malevich a Balzac

Acabo reventado después de una clase de doctorado de casi dos horas sobre el cuadrado negro de Malevich. He soltado un rollo soporífero que no me ha convencido demasiado. Después tenía pensado reengarcharme hoy con la esgrima, pero no me siento con fuerzas. De camino a casa, haciendo algo de tiempo he vuelto a entrar a la librería y la tentación de nuevo ha podido conmigo. Me he llevado el libro de Jean-Luc Nancy sobre la música y lo sonoro (A la escucha), el nuevo ensayo de Vicente Luis Mora sobre las conexiones entre arte y literatura (Pasadizos), el célebre libro de Zweig sobre Balzac, Dickens y Dostoievski (Tres maestros), y dos libros de Maurice Blanchot que aún no he leído (La comunidad inconfesabe, y El último hombre). Ahora cierro los teléfonos y me pongo a preparar una conferencia sobre "La obra maestra desconocida", el relato de Balzac que inspiró el imaginario de gran parte del arte moderno. Ganas, ganas... la verdad es que no tengo demasiadas. 

Comentarios

  1. Bienhallado, dienhallado mahn... poder leerte y reflexionar sobre ello ha sido ( un gustazo ) la nota màs excitante que me ha ocurrido últimamente.
    Veo que te interesa la música, has visionado la obra de Pascal Quignard?, puede ser interesante.

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  2. querido amigo, me alegra saber que en las frías regiones del norte te ha ido bien. Yo te he seguido desde Colombia. No puedo creer que la obra maestra desconocida de Balzac sea para tí algo carente de tensión. Me encantaría escuchar tu conferencia al respecto. Seguro que conoces el ensayo de Didi-Huberman (de lo mejor) y el Dore Ashton ("Una fábula del arte moderno"). En tí hay algo de Frenhofer. Tu melancolía encontrará ahí, en el muro que cubre una mujer amada, un espejo extraño pero hermoso. Con un abrazo de alguien que piensa mucho en tí. Fernando Castro.

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  3. Jaume: pues mira por dónde precisamente Pascal Quignard es un escritor que me interesa bastante. Desde que vi Todas las mañanas del mundo, comencé a seguirlo. "Villa Amalia", lo último que he leído, no me ha gustado demasiado. Eso sí, hay que reconocerle una capacidad especial para hacer sonar la música en las palabras. Si me tengo que quedar con algún libro de Quignard, sin duda ese sería "El odio a la música", una serie de reflexiones y aforismos sobre lo musical sencillamente magistral.

    Fernando: Yo también he seguido tus peripecias colombianas. Sobre "La obra maestra desconocida", la verdad es un texto que me fascina, lo único que ocurre es que ahora no me encuentro con fuerzas de profundizar en él. El libro de Ashton es una maravilla, y el Didi-Huberman, me gusta menos que de costumbre, tiene momentos mágicos y otros soporíferos.

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