Memoria

El cansancio y la fiebre de estos días han hecho que comience a mudar la piel de los labios. Y he comenzado a pensar que quizá de ese modo desaparecerá también el recuerdo de lo que he besado. Para no olvidar, voy a intentar conservar los pedacitos de piel que me voy arrancando. Y cuando tenga suficientes, construiré unos labios artificiales que condensarán la memoria del contacto con el cuerpo de aquellos a quienes he amado. Así podré besarme-en-los-otros para siempre. Y morir tranquilo.

Comentarios

  1. Autocomentario: me estoy volviendo cada vez más cursi. Es el retorno de lo infraleve.

    ResponderEliminar
  2. No, si sabía yo que de "Memoria" a "Me moría" íbamos a tardar poco en llegar.

    A todo esto, ¿qué opina womahn de la guarrada esa de los pellejos de los labios?

    Ay, Señor, dale paciencia a esta santa mujer...

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Mis libros favoritos de 2023

La mirada anacronista

La extimidad del abismo