Frieze

Salgo hacia Londres con la intención de ver Frieze, el ARCO inglés (eso sí, con algo más de glamour y conciencia real de lo que es el mundo del arte). Pero lo importante es que, por primera vez en mucho tiempo, me dejo el ordenador en casa. Son sólo tres días, pero aún así es algo inaudito. Como diría Andrés Montes, algo está cambiando Salinas. Ya me reservo para la vuelta eso de ¡la vida puede ser maravillosa!

PD. Me llevo como equipaje de mano La vida privada de Martin Frost, el guion con el que dicen que Paul Auster ha dado el patinazo del siglo. Ya veremos.

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