Días de finales
Estos son días de finales. Todo parece ir acabándose. He visto el telediario para saber que el mundo sigue a la deriva. De nuevo he tenido la sensación de que las noticias ya no nos informan de nada, sólo constatan que todo sigue yendo mal. Uno las ve no para informarse, sino para cerciorarse de que sigue vivo. Y de que otros mueren.
Con la que está cayendo, yo llevo unos días, sin embargo, instalado en la banalidad. Y también vivo días de finales. Pero en otro sentido:
- Anoche acabé de ver la última temporada de Perdidos. Una locura. Hacía tiempo que no disfrutaba tanto con una serie de televisión, ni siquiera con Prison Break (que llega en septiembre). Cada vez estoy más convencido de que el futuro de la ficción se encuentra en las series. Es el único lugar en el que se puede desarrollar un argumento y una narración de modo completo y profundo. El cine agoniza, larga vida a las series.
- Ahora mismo he finalizado La sombra del viento, de Carlos Ruíz Zafón. Al final se arregla un poco. Está muy bien escrito, eso sí. Pero es ñoño a más no poder. Y, sobre todo, no es para tanto. Una novela entretenida, bien construida, con una trama interesante. Pero nada más.
Ahora he de tomar la decisión de qué leer. Es uno de los momentos que más me gustan: ponerme frente a la estantería y volver a examinar los libros que no he leído y esperan ser rescatados. Es un momento donde, por otra parte, reina la indecisión. No quiero equivocarme. Por eso habitualmente ganan los libros breves. Quizá es porque soy un cobarde. Mañana os cuento.
Con la que está cayendo, yo llevo unos días, sin embargo, instalado en la banalidad. Y también vivo días de finales. Pero en otro sentido:
- Anoche acabé de ver la última temporada de Perdidos. Una locura. Hacía tiempo que no disfrutaba tanto con una serie de televisión, ni siquiera con Prison Break (que llega en septiembre). Cada vez estoy más convencido de que el futuro de la ficción se encuentra en las series. Es el único lugar en el que se puede desarrollar un argumento y una narración de modo completo y profundo. El cine agoniza, larga vida a las series.
- Ahora mismo he finalizado La sombra del viento, de Carlos Ruíz Zafón. Al final se arregla un poco. Está muy bien escrito, eso sí. Pero es ñoño a más no poder. Y, sobre todo, no es para tanto. Una novela entretenida, bien construida, con una trama interesante. Pero nada más.
Ahora he de tomar la decisión de qué leer. Es uno de los momentos que más me gustan: ponerme frente a la estantería y volver a examinar los libros que no he leído y esperan ser rescatados. Es un momento donde, por otra parte, reina la indecisión. No quiero equivocarme. Por eso habitualmente ganan los libros breves. Quizá es porque soy un cobarde. Mañana os cuento.
"Una novela entretenida, bien construida, con una trama interesante". Y además muy bien escrita.
ResponderEliminarEl corolario "Pero nada más" resulta chocante. Ojalá pudiera adjetivar de esa manera tan sólo un tercio de los libros que leo.
Y no negarás que el título rezuma "mahanismo" a raudales...