Visita inesperada

Dijeron que eran amigas de mi mujer y que habían quedado con ella en casa. Aunque no me había dicho nada y yo creía conocer a casi todas sus amigas, por cortesía las invité a entrar. Cuando me ataron a la silla y comenzaron a golpearme sin piedad, comprobé que no mentían e intuí que mi mujer iba a tardar un poco en llegar.

---

Comentarios

Entradas populares de este blog

Las mejores lecturas de 2024

Mis libros favoritos de 2023

La mirada anacronista