Me gusta. Nunca se me había ocurrido pensar en alguien entrañable desde ese punto de vista, tal vez sea cuestión de probarlo. Lo cierto es que la antropofagia da mucho juego; a veces, incluso, juego de palabras. Ahora está muy mal vista, pero hubo un tiempo en que casi nadie osaba discutir a un Dios que no encontró mejor forma de permanecer entre nosotros que la de darnos a comer su propio cuerpo mortal.
Cuanto te admiro, con las ganas que paso de comerme las vísceras de media humanidad y soy incapaz de dar solo un pequeño mordisco
ResponderEliminarEsto ya se está poniendo de un canibalismo ciertamente peligroso.
ResponderEliminarMe gusta. Nunca se me había ocurrido pensar en alguien entrañable desde ese punto de vista, tal vez sea cuestión de probarlo. Lo cierto es que la antropofagia da mucho juego; a veces, incluso, juego de palabras. Ahora está muy mal vista, pero hubo un tiempo en que casi nadie osaba discutir a un Dios que no encontró mejor forma de permanecer entre nosotros que la de darnos a comer su propio cuerpo mortal.
ResponderEliminarY además, gente buena... claro. Coméos los unos a los otros como me habéis comido a mí.
ResponderEliminar