Hoy me han dicho que todas mis microficciones son iguales: presentan una situación entre cotidiana e incomprensible que, en el último momento, da un giro inesperado, resuelto con un manido y previsible “sin embargo”. Compruebo enseguida que tiene toda la razón. Sin embargo, no puedo parar de escribir así.
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Y ni se te ocurra dejar de hacerlo!!!
ResponderEliminarYo, sin embargo, te aconsejaría que dejaras de hacerlo. Y que empezases a usar el "sin en cambio", giro idiomático mucho más morconero (en el sentido bataillesco de la palabra).
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