Morir en un sueño

Esta noche he soñado que moría. No es la primera que me sucede, pero siempre que sueño algo así me despierto justo en el momento de la muerte. Morir en un sueño es una forma de despertar. Es como si lo que muriese fuese en realidad el mismo sueño, la historia extraña en la que uno ha vivido.

Esta noche, sin embargo, me he muerto y he permanecido en el sueño. Todo se quedaba en negro. Una oscuridad y un silencio infinitos, como una especie de limbo del que no sabía cómo salir. No recuerdo qué ha sucedido después, pero me he despertado con una angustia terrible. Y aún llevo dentro algo de esa oscuridad. Ahora, cuando escribo esto, justo después de desayunar —Benjamin decía que los sueños continúan hasta el desayuno—, puedo sentirla todavía. Se ha quedado conmigo. Espero que se vaya disipando conforme avanza el día. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Mis libros favoritos de 2023

La mirada anacronista

La extimidad del abismo