Presente continuo (semana del 23 al 29 de mayo)
VIERNES 23 / Nervios
Te levantas temprano para escribir el “Presente continuo” de la semana anterior y dejarlo terminado. Hoy el día viene lleno de cosas. A las doce, ensayas con A. la entrega de premios del Rendibú que tienes que presentar por la noche. En cuanto ves el escenario te pones nervioso. ¿Por qué te meterás en estas cosas? Está claro: porque no sabes decir que no. Y también porque J.M., en un acceso de insensatez, ha pensado que A. y tú podríais presentar esto. Bendita locura.
El estado de nervios se acrecienta conforme se acerca la hora de la gala. Tanto, que tienes que salir a correr para intentar bajar la presión. Hace calor y casi pillas una insolación. Después, te tienes que duchar dos veces y aun así el sudor ya no se va en toda la noche.
Durante la cena y los momentos previos a la actuación estás inquieto. ¿Pero por qué te pones nervioso?, te preguntan, no es la primera que hablas en público. Es cierto, no es la primera vez, pero sí así, sí de ese modo, como si estuvieras presentando un programa de televisión. No es el contexto en el que mejor te desenvuelves. Sin embargo, en cuanto subes al escenario se te pasan los nervios. Sales con una peluca rubia y ya está la suerte echada. Sin pudor. El tiempo se vuelve extraño. Media hora que pasa en apenas cinco segundos. Sale todo mucho mejor de lo que pensabais. Y al final acabas disfrutando. Y recolectas otra nueva experiencia para tu colección de cosas vividas.
Después, al terminar, te desquitas y te acercas a la barra. La noche se va animando conforme avanza. Y tú, también. En un momento determinado, mientras Lovelife Night Covers hacen una versión del Blue Monday de New Order, inicias una conga. Te lo pide el cuerpo. Estás pletórico. Y por alguna razón a la que después no encuentras explicación, sientes que Blue Monday es algo así como Paquito el Chocolatero de los modernos y que la conga será un gran éxito. Te siguen cuatro, quizá cinco, y todos por compromiso. Acabas avergonzado. La gente hace como que no ha visto nada.
Después, R. os acerca en el coche al centro y, de camino, L. y J. cantan el himno del Madrid totalmente desaforados. Llegáis a la Yesería y allí estáis hasta que cierran. Te encuentras después con N. y os quedáis un rato más. Una porción de pizza te devuelve la vida. Regresas a casa en taxi. Cuando caes a la cama saboreas el día. Te duermes feliz; algo mareado, pero feliz.
SÁBADO 24 / Real Madrid
Resaca monumental. Por la mañana dormitas y contestas algunos e-mails. Ni siquiera tienes fuerzas para comer. Por la tarde, entrevista con La Mano Robada para la radio de su Stolen Magazine. Estos chicos no paran de inventar cosas, de moverse, de crear en todas las direcciones. Son un ejemplo de cómo se consiguen las cosas, a base de ilusión, ganas y trabajo. Los admiras.
Después de la entrevista, te enfundas la camiseta del Madrid y te diriges al Parlamento. L. y J. ya te están esperando con unas cervezas para ver la final de la Champions. Es un día importante. El partido es extraño. El Madrid no juega mal pero le cuesta. A., que ha venido con vosotros, se tiene que ir casa porque no puede aguantar el nerviosismo. El final es agónico. Y el gol de Sergio Ramos os deja sin voz. Saltáis y os abrazáis como si hubieran declarado el final de una guerra. El gol de Bale ya os sume directamente en el delirio. Cuando te pones de rodillas, sientes que L. y J. se abalanzan sobre ti. Caéis los tres al suelo. Y sobre vosotros se tira también uno de los chicos de la mesa de al lado. Al levantarte notas el antebrazo desollado. Literalmente ha sido una explosión de alegría. El resto de los goles certifica la victoria.
Aunque te da pena por el Atleti, no puedes evitar que la alegría se apodere de ti. L. había dicho que si ganaba el Madrid, tocaba Whisky y puro. Y eso es lo que hacéis. Te fumas un Montecristo por primera vez en tu vida. Con el Lagavulin el sabor es particular. Sabe todo a turba y a tierra; lo sientes como un rito ancestral.
Salís de allí y pasáis por la Redonda para ver a la gente disfrutar y divertirse. Alegría en comunidad. Luego, regresáis al centro y la noche vuelve a alargarse. Hay demasiada gente. Y sin saber muy bien por qué, percibes demasiada violencia en el ambiente. La alegría de hace unos momentos se ha transformado en algo que no acaba de gustarte. Además, estás reventado. Vuelves a casa andando y pensando en lo que puede llegar a alegrarte el fútbol. Es una pasión irracional, efímera. En las redes sociales muchos hablan de lo que significa el Madrid, lo vinculan con la política. Ponen la foto de Aznar y Florentino. Pero el fútbol es más que eso. Eres del Madrid porque tu hermano era del Madrid, porque te hacía recitar la alineación de memoria antes de ir a la cama, porque un día te trajo una camiseta de Hugo Sánchez, porque Butragueño era lo más grande que jamás habías visto en un campo de fútbol. Por mil cosas. Y, claro, todo tiene su lado oscuro, su reverso tenebroso. Y el fútbol aún más. Pero en eso no piensas ahora. Porque el fútbol que te hace feliz, el que te ha hecho saltar de alegría esta noche, es ése que es sobre todo memoria, pasión, infancia, sueño, paraíso. Con eso es con lo que te quedas.
DOMINGO 25 /Cambiar las cosas
La resaca de hoy es incluso peor que la de ayer. Dos días seguidos es demasiado para el cuerpo. Intentas leer algo pero no puedes concentrarte más allá de los periódicos. La victoria del Madrid y las elecciones lo centran todo.
A medio día vas a votar. Habías pensado no ir. Llevas ya tres elecciones sin votar, pero estas no quieres que tu abstención beneficie a los de siempre. Así que te metes en la cabina y durante un buen rato examinas todas las posibilidades. Ningún partido se acerca a lo que piensas del mundo, pero está claro que algo tiene que cambiar y una de las pocas cosas que puedes hacer es votar. Al final te decides por Equo. Es una de las posturas que más se aproxima a tu visión, al menos en estos momentos. A lo largo de tu vida has votado prácticamente todas las opciones, desde IU al PP, incluso al PSOE en algún momento. La gente cambia, evoluciona, todo tiene su momento. Afortunadamente.Justo después de votar, aún con la resaca, sales para Nueva Condomina. El Murcia empata y aún sigue con opciones de subir a Primera. Sería maravilloso.
Cuando llegas a casa te encuentras con los resultados de las elecciones. El bipartidismo se resiente y Podemos tiene un éxito inesperado. Te alegras por el toque de atención. No les has votado, pero algunas cosas de su programa te parecen interesantes y necesarias; no así otras, con las que no estás en absoluto de acuerdo. Pero lo que está claro es que han sabido dar voz y canalizar una opción que no tenía presencia, un descontento y una modelo de mundo para el que aún no había una plataforma política. Es absolutamente saludable para el sistema. Y es un paso importante para que muchas cosas comiencen a cambiar.
LUNES 26 / Exámenes
Temprano, examen en Historia del Arte. Lo has puesto fácil. Demasiado, quizá. Durante las dos horas y media haces como que vigilas, pero en realidad no miras a nadie. No eres ningún policía. Nunca te ha preocupado que la gente se copie. Si alguien lo hace, es su responsabilidad. Un examen es un acto de honestidad; con uno mismo y también con el resto de los compañeros.
Después del examen sales a correr un poco. Te cansas enseguida. Vuelves, comes y sales de nuevo para el siguiente examen. Otras dos horas en Filosofía. Lo pones fácil también. Y todos escriben sin parar. No quieres pensar en lo que vas a tener que corregir estos días. No vas a tener tiempo de otra cosa durante la próxima semana.
Cuando sales del examen, te das cuenta de que el dolor de cuello, que había comenzado a regresar en los últimos días, ha llegado para quedarse.
Por la noche, acabas de leer Corazón tan blanco. Javier Marías ha acabado cautivándote. Es una grandísima novela, aunque por momentos su prosa llegue a parecer demasiado relamida. Pero es innegable que su modo de trabajar los sentimientos, la racionalización y el flujo de pensamiento en torno a las emociones, es absolutamente magistral. De todos modos, eres consciente de que debes dejar pasar un tiempo antes de volver a leer algo suyo. Demasiado absorbente.
MARTES 27 / Correcciones
Comienzas a corregir. Es, sin lugar a dudas, lo que más odias de la profesión. Pero no hay otro remedio para evaluar los conocimientos. A las doce, reunión de departamento. Más burocracia se os viene encima. Después, comida con J. Os ponéis al día de todo. Cuántas cosas han cambiado y de qué pocas te has enterado.
A las cinco, fisioterapeuta. P. te hace todo el daño del mundo y un poco más, pero sientes que te toca justo en el lugar del dolor, y sabes que sus manos son precisas. El dolor cura. Llegas zombi a casa, te tiras sobre la cama y te quedas durmiendo. Te despiertas para cenar y ves un episodio de Les Revenants, una serie francesa sobre la resurrección de ciertas personas en un pueblo. Inquietante y muy bien construida. Te tiene enganchado.
Después, dolorido aún por la sesión de fisioterapia, sexo extraño. El dolor se evapora casi milagrosamente hasta el orgasmo. Luego, vuelve con fuerza.
MIÉRCOLES 28 / Despiste
Por la mañana, clase de revisión de Crítica de arte. Apenas viene nadie. Corriges algunos exámenes. Llegas con el tiempo justo a casa para correr, comer y volver a la revisión de Crítica del turno de tarde. En cuanto la acabas, comenzáis en AB9 el montaje de la exposición de La Mano Robada que se inaugura mañana. Es rápido, aunque tenéis algunos problemas con la técnica. Al salir, R. te manda un mensaje para decirte que esta noche le apetece pizza. Compras una y con las prisas la dejas sobre el cajero automático del aparcamiento. Cuando llegas a casa te das cuenta del olvido. Es demasiado tarde, pero decides volver. Sigue ahí. Media hora después. Pizza fría mientras veis Master Chef. Luego, te quedas bien hasta tarde corrigiendo.
JUEVES 29 / Emociones
Hoy, correcciones. Por la tarde, inauguración de la exposición de La Mano Robada. Visions of Sacred America. Son fotografías performativas que reflexionan sobre las relaciones entre poder, violencia, religión y política. La visión sagrada del mundo no desapareció con la modernidad, sino que sigue latente en nuestra vida actual. Las maneras en las que esto se muestra en la retórica con la que Estados Unidos y sus símbolos se presentan ante la comunidad internacional es evidente. Y las fotos trabajan con eso y con la iconografía barroca. Te gusta cómo ha quedado la exposición. Las fotografías son muy potentes. Estéticamente son tremendamente efectivas.
Se llena la sala. Más gente de la que habíais pensado. Los chicos están muy contentos. Vosotros también. Ha sido un trabajo en equipo. Dos colectivos, uno de artistas y otro de comisarios. Os bebéis todas las cervezas y alguna más. Y después, cuando salís de allí, seguís celebrando. Estos chicos, entre otras muchas cosas, son puro amor. Te habría encantado quedarte más tiempo. Pero mañana sales temprano para Madrid. La Feria del Libro te espera. Más emociones y experiencias. Y no sabes si tu cuerpo va a poder aguantarlas todas.
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