Presente continuo 10 - 16 enero
La demora infinita
Hace dos días que
venció el plazo para entregar el texto sobre las bienales y aún estás dándole
vueltas. Has pedido una moratoria. Así que apagas el teléfono y desconectas la
wifi. Sabes que antes o después el “acreedor” reclamará lo suyo y te dirá que
el texto urge ya y que las máquinas están paradas por tu culpa. Siempre te
ocurre lo mismo. Es el momento más angustioso. Acabas los trabajos siempre en
el último segundo o incluso algo más tarde.
Desde que
comenzaste a escribir textos, el deadline es algo que siempre te ha puesto de
los nervios. Es cuestión de organizarse, se podría decir. En cierto modo sí,
pero al final siempre se te echa el tiempo encima. No importa que acuerdes un
texto –o una charla– para dentro de cuatro años. Sabes que no te pondrás a
trabajar en él hasta que se acerque la fecha. Parece que no sabes hacer nada
sin presión. Tu creatividad se dispara cuando sientes la espada de Damocles pendiendo
sobre tu cabeza. Si pudieras llegar a ese ritmo e intensidad sin la necesidad
de esa presión angustiosa que acaba minando tu organismo, todo sería mucho más
fácil –y mucho más sano–.
De todos modos,
también es verdad que cada vez te obsesionan menos los plazos. Recuerdas que al
principio de tu carrera te tomabas realmente en serio aquella urgencia. Era lo
más importante en tu vida. Y no comías, ni dormías, y todo se paralizaba porque
creías que el mundo estaba esperando ese texto tuyo y que algo muy grave iba a
pasar si no lo entregabas a tiempo. Hoy te preocupa menos. Intentas entrar en
tiempo, claro. Pero si no llegas, no llegas. No te va la vida en eso. Ya habrá
otra ocasión. Esta vez, afortunadamente, sólo te has pasado tres días. Sabes
que es un margen tolerable. Y sabes también que es una revista de prestigio, y
que merece la pena el esfuerzo.
Lo dejas todo
esbozado al final del día. Falta repasarlo. Mañana lo leerás con ojos nuevos.
Para descansar
del trabajo intenso de todos estos días, vas al cine a ver una película mala. La vida secreta de Walter Mitty. Quieres
entretenerte y ya está, pero no imaginabas que la cosa pudiera ser
verdaderamente tan atroz. Hay algunas imágenes bellas, pero poco más.
SÁBADO 11
Corregir
Te levantas
temprano y repasas el texto otra vez. Siempre hay erratas y hay modificaciones
de última hora. Lo que iba a ser un simple repaso se convierte en tu tarea de
todo el día.
La tarde la
monopoliza el fútbol. Primero, el Murcia. Y luego, el Atlético-Barça. Mucha
tele seguida. Acabas con dolor de cabeza.
Antes de dormir
comienzas a leer Gemelas, la novela
de Juan Carlos Chirinos que presentas el miércoles. Es un thriller bastante
bien armado y entretenido, lleno de imágenes potentes e intrigantes. Detrás del
libro hay un autor experimentado que conoce todos los entresijos de la
narración. Te interesa el estilo, las imágenes, la trama, pero sobre el modo en
el que trabaja con la tactilidad, los olores y lo escatológico. Y, claro, el
lenguaje, ese español mezcla de varios contextos y resultado del mundo global
en el que vivimos.
DOMINGO 12
Sensibilidad
Te quedas solo en
casa y lo apagas todo para que nadie te moleste mientras lees la última novela
de Ricardo Menéndez Salmón, Niños en el
tiempo. Estabas esperando este momento durante toda la semana, encontrar
unas horas de soledad para sumergirte del todo en el libro. Menéndez Salmón es
uno de tus escritores preferidos. Envidias su inteligencia, su prosa y su
sensibilidad. Cada libro suyo es un acontecimiento para ti. Niños en el tiempo parece apartarse de
la reflexión más intelectual de sus últimas obras, pero aun así te hipnotiza enseguida
con su prosa contundente y rápidamente entras de lleno en el texto. La
infancia, la pérdida, el amor, la muerte o la esperanza son en esta ocasión los
temas cruciales. Pero sobre todo la posibilidad de la literatura para comunicar
el mundo y hacerlo más habitable. Acabas la lectura convencido de que Menéndez
Salmón ha construido un espacio literario propio que está al alcance de muy
pocos. Es un grande de la literatura.
Por la noche,
para culminar un día lleno de sensibilidad, ves La gran belleza. Habías oído hablar tanto de esta película que verla
se había convertido en una necesidad. Y no te defrauda. Es bella. Muy bella. Y
tanto las imágenes como la historia y las reflexiones están muy cerca de las
cosas que te gustan. Sin embargo, te parece algo impostada, demasiado pomposa,
quizá. Después de haber leído un texto tan intimista como Niños en el tiempo, la exuberancia de Paolo Sorrentino te parece
excesiva. Aun así, la disfrutas. Crees que es una película a la que volverás en
el futuro.
LUNES 13
Preparación
Sales a correr
temprano. Hace una semana ya desde la última vez. Aguantas poco. Y vuelves con
dolor en la pierna. No estás preparado para el deporte, por mucho que lo
intentes.
Por la tarde,
quedas con L. para tomar una cerveza y hablar sobre su novela. Antes, veis la
entrega del balón de oro. Ves a Cristiano Ronaldo llorar. Y algo te emociona. A
pesar de toda la apariencia, hay un gran esfuerzo detrás. Puedes comprender las
lágrimas. Es el momento más importante para él. Imaginas que desde que se
levanta hasta que se acuesta se machaca precisamente para eso. Después,
mientras cenáis, habláis de la novela de L. Eres el primero en leerla. Es un
privilegio. Y también una responsabilidad. Juzgar la obra de un amigo con
distancia es difícil. Pero te ha gustado. Y crees que tiene muchas
posibilidades. Estás convencido de que encontrará un buen editor.
MARTES 14
Emoción
Te levantas con
dolor de cadera tremendo. Parece un pinzamiento. Te cuesta trabajo andar y vas
cojeando a Murcia. Has quedado con A. e I. para hablar de proyectos curatoriales.
Después, charlas con B. sobre su tesis. Se te va toda la mañana sin poder
escribir nada.
La tarde la
dedicas a escribir un texto que tenías que haber entregado la semana pasada.
Son setecientas palabras. Pero se te va toda la tarde y parte de la noche
haciéndolo.
En la cama
comienzas a leer Lolita. Fue uno de
los regalos de reyes. Estaba en tu larga lista de grandes libros pendientes. Y
mientras lo lees te pasa algo extraño: se te eriza el vello de la nunca y se te
llenan los ojos de lágrimas. La belleza de las palabras de Nabokov te produce
una especie de Stendhal literario. Tienes que dejar el libro y tomar aire para
continuar con la lectura. Crees que es la primera vez que un libro ha
conseguido emocionarte de ese modo a través de la belleza de la escritura.
MIÉRCOLES 15
Leguaje
Por la mañana
preparas la presentación de Gemelas
que tienes por la tarde en La Azotea. Al autor, Juan Carlos Chirinos, lo
conociste en Venezuela y advertiste desde el primer momento que es un torrente
de energía y sabiduría. Su libro es muestra de eso. Es un placer volverlo a
encontrar en Murcia. Dais una pequeña vuelta por la ciudad y llegáis a la
Azotea con algo de tiempo para preparar la presentación. No sabes si irá
alguien. Es mal día. Hay fútbol, exámenes… nunca se sabe cómo funciona esto de
la presentación de libros.
Chirinos es un
orador excelente y tremendamente divertido. Así que la presentación sale bastante
bien. No son muchos los asistentes, pero se crea un ambiente muy agradable. Al
acabar, os quedáis allí un rato hablando de todo un poco y se os hacen las
tantas. Después, la noche se alarga. Con M., que había estado en la
presentación, bebéis y habláis de literatura, de amor y de sexo.
Hablar de sexo,
como decía Roland Barthes, es algo parecido a hacer el amor. El lenguaje roza
al otro, las palabras tocan y acarician en el cuerpo como lo haría la propia
lengua. De alguna manera, el verbo se hace carne y el cuerpo es capaz de sentir
la excitación de las palabras. Quizá por eso llegas a casa con una sensación
extraña y te vas a la cama como si estuvieras poseído por el lenguaje.
JUEVES 16
Cuerpo extraño
La resaca es
monumental. Por la mañana apenas puedes hacer nada más que responder algunos
mails que tenías atrasados. La cabeza te explota. Intentas leer algo que te
calme. Vuelves a Lolita. En esta
ocasión, el libro te excita tremendamente. Piensas en ese sentido carnal de las
palabras y tu cuerpo se estremece.
Por la tarde tienes
una pequeña entrevista y después vas a la inauguración de la exposición en el
MUBAM. Habías pensado quedarte en Murcia y dar una vuelta, pero estás cansado y
tienes ganas de volver a casa cuanto antes. Así que te vas rápido de la
inauguración, compras dos kebabs y cenas con R. mientras veis un capítulo de Orphan Black.
Te vas rápido a la
cama sin saber muy bien lo que te pasa. De repente, sientes que necesitas
distanciarte del mundo por un tiempo. Lo has percibido en algunos momentos
durante esta semana. Te gustaría desaparecer, encerrarte y disolverte para
tomar fuerzas. A veces sientes que todo esto te agota. Seguro que mañana será
otro día.
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