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Tentar la suerte

En Murcia hay buena gente. Hoy lo he vuelto a constatar. Además, el porcentaje es bastante alto. De lo contrario, a estas alturas estaría ya sin moto. Y es que hoy, por tercera vez consecutiva en menos de una semana, me he vuelto a dejar las llaves puestas en la moto. No sé exactamente la razón, pero desde que me compré la nueva moto, tiendo a dejarme las llaves en el arranque o en la cerradura del maletero. El problema viene después, cuando intento buscarlas por los bolsillos y por la mochila y no logro encontrarlas. Ayer removí prácticamente toda la casa hasta que decidí usar las de repuesto. Sólo cuando fui a coger la moto, alguien salió del bar frente al que la tenía aparcada y me dijo, mostrándome un llavero que reconocí al instante, que si aquellas llaves eran mías. Por supuesto, le dije que sí y le di las gracias más de mil veces. Hoy ha vuelto a suceder algo igual, pero frente a una zapatería. De nuevo, el dueño del negocio, al verme buscar las llaves por todos los lados, se ha acercado a mí y me ha dicho que las había visto puestas en la moto, así que las había cogido para que nadie se las llevara. Y otra vez, he tenido que dar las gracias más de mil veces.

Lo curioso del asunto es que, tanto el bar como la zapatería, son negocios que, por cuestiones que no vienen a cuento, me son tremendamente antipáticos. Pero a partir de hoy los miro ya de otra manera. Es lo que tiene esta vida azarosa, que nunca sabe uno a quien le va a tener que agradecer las cosas.

En cualquier caso, lo que me ha quedado claro es que hay buena gente por el mundo. Tres de tres es una buena estadística. Eso sí, no voy a seguir tentando a la suerte, no sea que se cumpla el refrán, y de tanto ir el cántaro a la fuente acabe rompiéndose.

O, mejor, sí. Sí tentaré la suerte. Seguro que me seguiré dejando olvidada la llave en la moto. Por eso, por si hay algún interesado, se trata de una Piaggio Beverly negra de 125. Mañana la ruta de la moto será: de 10 a 12, aparcamiento del campus de la merced, el de la plaza de la Iglesia, junto a la cabina. De 12'30 a 14'30, facultad de Bellas Artes, Campus de Espinardo, en la parte del lado, junto a la escalera. Por la tarde, de 17 a 21, Cendeac, justo frente a la puerta, donde suelen aparcar las bicis. Si alguien quiere realizar un buen acto y devolverme la llave olvidada, es su momento. Y si alguien quiere una moto nuevecita y que va a las mil maravillas, pues ya sabe donde encontrarla.

Comentarios

  1. JAJAJAJAJA.... Es usted el puto amo!!!... o en definición de los alumnos de su querida Athena, el CALIFA de los posts....

    A mí, desde que le costó la vida a Lawrence de Arabia, lo de ir en moto, ME ATERRA... llevarme detrás de paquete, con lo nervioso que me pongo, es un suplicio (para mí y el conductor)sólo comparable a tragarse íntegra una gala flamenca retransmitida por Canal Sur....

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  2. Ahí hay una historia, y ya tienes escrito el principio. Pero no dejes que te escriban el resto, que te puedes quedar sin moto; hazlo tú

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  3. Ja, ja, sushi... lo de "el puto amo" fue cosa de mahn, Mi alumno puso "el manda más", así, tal cual. Pero un día de estos me encuentro con la otra definición :P

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  4. me parto, Miguel Ángel. Anda, haz el favor, que con la crisis anda todo el mundo a dos velas...

    abrazosssss

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  5. Athena, se non e vero e ben trovato, jejejeje....

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