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El imperio de la estulticia

Hace unos posts, hablaba aquí de un libro salpicado de notas al pie de página que aclaraban cosas que eran de cultura general: los benedictinos, el término “rabí” o la figura de Stephen Hawking. Después de colgar el artículo, el escritor del libro, con mucha elegancia y muy buenas maneras, me contestó algo que me dejó boquiabierto: que aquellas notas eran totalmente necesarias, y que no era nada descabellado que algunos lectores llegasen a confundir La Armada Invencible con la flota de Star Wars y El Halcón Milenario. La conclusión estaba clara: el nivel medio de los lectores es cada vez más bajo. El lector medio al que van dirigidos los libros es un lector medio tonto.

Desde luego, si seguimos por este camino llegaremos a la estulticia absoluta. Estulticia que me he encontrado con otro libro que supera de lejos al anterior. Un libro que ha constatado que Javier González, el autor de Navigatio, tenía toda la razón. Se trata de una versión de El alquimista impaciente, la novela de Lorenzo Silva que inicia las aventuras del sargento Bevilacqua. En una edición de la colección Austral, supuestamente dedicada a un público juvenil, con una introducción y una guía de lectura, las notas al pie que ha puesto el editor rozan ya la demencia más absoluta. Más que para lectores imbéciles, parecen haber sido directamente escritas para lectores extraterrestres. Extraterrestres subnormales. Entre otras cosas, el editor necesita aclarar el significado de términos como: Guardia Civil, Guadalajara, trienio, Bach, Moisés, Juana de Arco, Hermanos Marx, Rey Arturo, Manhattan, Titanic o Minotauro. Y ya el colmo: King Kong, Iron Maiden o Disneylandia. Lo grave del asunto es que un lector que necesite una nota al pie para cualquiera de estas referencias no sólo no está preparado para leer una obra de Lorenzo Silva, sino que tendrá serios problemas para comprender incluso el cuento de los tres cerditos. Y ya no hablemos de La bella durmiente, con términos tan complejos como "rueca", "príncipe", "torre" o "reino". Un disparate absoluto.

Comentarios

  1. No crea Vd. Haga el experimento de preguntar a la gente por el nombre de la calle donde vive. Se llevaría una sorpresa. La socialdemocracia y la tv marcan mucho.

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