Decía que yo tenía respuestas para todas las preguntas. Por eso estaba conmigo. Hasta que un día me preguntó por qué estaba yo con ella. Y no supe responderle.
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Cuaderno de bitácora de Miguel Ángel Hernández. Reflexiones apresuradas sobre arte, literatura y cultura visual.
COn lo fácil que habría sido mirarla tiernamente mientras le preguntabas "¿pq me lo preguntas... cariño?".
ResponderEliminarEra como el resto de los seis mil millones de habitantes de esta Tierra, nadie sabe porque esta aquí y menos con quien.
ResponderEliminarEs evidente que ella vivía engañada. Desde el principio
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