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Del arte a la literatura: más allá de la caja blanca [Intervención Pechakucha]


[El pasado jueves 6 de septiembre, en la terraza de los Molinos del Río, participé en el Pechakucha Night de Murcia. En 6'40" hablé de mis libros amparado por 20 imágenes, cada una de las cuales duraba 20 segundos. Fue apenas un suspiro. Y, sin embargo, no resultó nada fácil prepararlo. Aunque allí improvisé, el día antes tuve que redactar un pequeño guion para no irme por las ramas. No sé si en algún momento subirán la intervención en vídeo a las redes. Mientras tanto, o en cualquier caso, aquí os dejo el guion con las veinte cosas que dije. No es mucho, pero intenta condensar algunas cosas que pienso sobre por qué, siendo un historiador del arte, decidí comenzar a escribir narrativa y dejar poco a poco de lado la crítica de arte. Espero que os interese.]


1. Hoy he venido aquí a hablar de mis libros. Y quiero hacerlo buscando lo que hay debajo de ellos, lo que los conecta, lo que en el fondo me ha llevado a intentar escapar del mundo del arte y encontrar amparo en la literatura, en la potencia de la narrativa y la ficción.

2. Yo soy –sigo siendo, aunque cada vez menos– historiador del arte. Escribo textos teóricos, críticas de arte y comisarío exposiciones. Investigo sobre la historia, la memoria, el tiempo, la migración, el cuerpo, la tecnología y los modos de percibir las imágenes. También hablo de esto en mis clases de la universidad.

3. Me interesa el arte y los problemas que plantea. Sin embargo, tras más de una década escribiendo sobre estas cuestiones, hace unos años me di cuenta de que mis textos teóricos sólo eran leídos por un pequeño círculo de iniciados y, como la mayoría de lo que escriben los críticos, casi nunca salían de las cuatro paredes del mundo del arte.

4. Entre otras cosas, esto ocurre porque los textos críticos emplean un lenguaje inaccesible, pero sobre todo porque parten de un punto de vista autoritario, situándose en la posición de quien sabe, del experto. Y no en la del espectador, el sujeto corriente, para quien en realidad está creada la obra de arte.

5. Mi intuición es que esta aproximación crítica anula la potencia de la obra de arte. Para interpretarla, la sitúa en la mesa de autopsias, despiezándola como si fuese un cadáver y desconectándola de la vida. Quizá por este desacuerdo frente a esos textos profesionales, poco a poco fui interesándome por el modo en que los escritores trata en el arte en las novelas, como una parte esencial de la vida.

6. Como en realidad debería ser. Porque el arte nos ayuda a pensar el mundo en que vivimos, a entenderlo, a mirarlo de otro modo, a preguntarnos si las cosas que son así no podrían ser de otro modo. Y es una pena que esas ideas no salgan del museo, de la galería, de la caja blanca de la institución arte. 

7. Con esas todo esto en la mente, escribí la novela Intento de escapada, que publiqué en 2013. Comencé con una serie de preguntas que no había sabido plantear como crítico de arte: ¿cuáles son los límites éticos del arte? ¿vale todo en el arte para denunciar la injusticia? Me interesaba llevar esas cuestiones más allá del mundo del arte. Y por eso me situé en el punto de vista de un estudiante que se inicia en el arte y también en la vida.

8. Inventé un artista, Jacobo Montes, inspirado ligeramente en las producciones de un artista real, Santiago Sierra. Y planteé esas preguntas no como abstracciones, sino dentro de una trama, a través de la experiencia de los personajes, sacando la reflexión sobre el arte del museo y llevándola al mundo de vida. Era en ese mundo cotidiano donde lo interrogación sobre lo que es o no justo, sobre la dignidad y también sobre la responsabilidad tenía sentido.

9. Después de esa novela ya no pude regresar al ensayo tal y como lo había practicado. En realidad, en Intento de escapada había puesto en juego el resultado de mis ensayos anteriores sobre estética migratoria. Y me di cuenta de que había llegado mucho más lejos que con todo lo que había escrito y publicado en el contexto del arte.

10. Quizá por eso –y también, lo confieso, porque disfrutaba mucho más– lo siguiente que escribí fue otra novela, El instante de peligro, en este caso como respuesta a mi ensayo sobre Walter Benjamin y los modos en que las imágenes del pasado reverberan en el presente.

11. Ahí, a diferencia de Intento de escapada, las obras sobre las que escribía eran reales, aunque no la artista. El proyecto Fuisteis yo de Anna Morelli en realidad pertenecía a Tatiana Abellán, cuyas fotografías borradas reflexionan sobre el peso de la memoria, la huella, la ausencia, y el modo en que nos construimos a través de las imágenes de los demás.

12. Mi intención fue llevar esa reflexión artística, y también las tesis de Walter Benjamin sobre la historia a la experiencia vital y amorosa de los protagonistas de la novela, especialmente el convencimiento de que el pasado y el presente se dan la mano y que la verdad aparece cuando menos lo esperamos, y debemos estar atentos, para no que no se nos escape. Atentos como en el instante de peligro.

13. En esas dos novelas había un alto componente autobiográfico. Aunque tenían nombres y experiencias diferentes, los personajes protagonistas se parecían bbastante a mí. El yo había ido ganando progresivamente espacio en todo lo que escribía. En parte, por la importancia de mis diarios. 

14. Lo real reclamaba su presencia. Más allá del arte. Y fue en ese momento cuando me decidí a dar el salto y escribir El dolor de los demás. Una novela sin ficción que daba forma a una historia que había estado agazapada en mi mente durante más de veinte años.

15. Una novela que pretende en un comienzo ser la reconstrucción de un crimen, el que cometió mi mejor amigo, que una nochebuena mató a su hermana y se tiró por un barranco. Pero que poco a poco se transforma en una exploración de otro crimen: el que yo mismo cometí con mi pasado, olvidando mis orígenes en la huerta y escapando hacia un mundo en el que creía encajar mejor.

16. Una novela que aparentemente se aleja ya del todo del arte y se queda en el ámbito de la vida. Aunque sólo aparentemente. Porque toda ella está llena de reflexiones que provienen de la experiencia como teórico e historiador del arte: la memoria, el papel de las imágenes de la violencia… cuestiones que son las mismas que examinan algunos artistas en sus obras.

17. Una novela llena de imágenes, de fotografías, pero también de imágenes descritas. Con una parte, el pasado, contada como una especie de película a cámara lenta, y otra, la del presente, plagada de recuerdos que se aparecen como imágenes, como cuadros, como obras de arte. Y también, por supuesto, de imágenes que llegan por azar para cuestionar el lugar desde el cual contamos las historias.

18. Y especialmente una obra llena de preguntas sin solución. ¿Podemos amar a quien ha cometido el más terrible de los crímenes? ¿Qué legitimidad tenemos sobre las vidas de los otros? ¿Es lícito contar aunque duela? Estas preguntas éticas no se resuelven en la novela. Como tampoco se resuelven las preguntas planteadas en Intento de escapada o El instante de peligro.

19. Porque en realidad la literatura no existe para encontrar respuestas, sino para ayudarnos a formular preguntas. Preguntas que nos incomodan, que nos inquietan, que resquebrajan nuestras certidumbres. Igual que hace el arte de verdad cuando revienta sus fronteras y se adentra en lo real.

20. Y eso es lo que intento hacer con mis novelas. Llevar esa reflexión potente que surge en el arte hacia el ámbito de la vida. Ponerla en funcionamiento a través de la experiencia propia. Y mostrar, en carne viva, que el arte nos sirve para habitar el mundo. Que duele y que salva. Igual que las palabras: las que se escriben en un cuaderno y las que se dicen al oído. Aunque tarden más de media vida en llegar.




Comentarios

  1. Sin lugar a dudas, Miguel, nos has compartido una pieza clave de tu reflexion sobre tus experiencias vividas, y que ya forman parte de tu propia autobiografia, no solo eres un artista, tambien un pensador filosofico, que analiza la vida desde su realidad, tanto psicologica, filosofica y artistica. Me he convertido en un gran admirador de tu trabajo, y persona, como ejemplo de etica y verdad. No es eso acaso la belleza que esconde la filosofia y el arte? Esta es la cuestion.

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  2. (...) Y Poder captar esa belleza, a traves de tu forma bella de escribir, haces de las letras una forma de vida, la del buscador de la belleza, en su manifestacion existencial y humana. Porque al humano, nada humano le es ajeno". Gracias Miguel Angel, por hacernos la vida mas bella.

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  3. Acabo de terminar la novela # el dolor de los demas# y decirte que yo también me he quedado rayada , incluido psicologo sin saberlo volví también a mi pasado reconocí personas y lugares muy familiares para mí y que también forman parte de mi historia ... Sin palabras y con muchos pensamientos y recuerdos en mi mente y decirte que en aquella época, senti y me pregunté lo mismo que todos y que tú muy bien acertadamante describes de una manera sublime, yo también me pregunté además, después de oír que erais amigos, por tu dolor, tú sentimientos y que sabrías tu de lo ocurrido? Por eso al acabar de leer el libro que llegó a mi por alguien que un día formó parte de mi historia cuando regresó a mi pasado,me quedé trastocada y sigo.... Cuánto nos importa el dolor de los demás?? Gracias siempre y en lo posible seguiré tus libros

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  4. Muchas gracias, desconocida, por tu comentario. Me alegra mucho que la novela haya servido también para destapar preguntas y hacer que volvamos a mirar al pasado, que nunca pasa del todo. Un saludo muy cordial.

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