Ir al contenido principal

Seguimos aquí

Sigo en Ámsterdam, pasando unos días agradables. Martes y miércoles fueron de trabajo duro, aunque productivo. Hemos acabado por fin el dichoso libro de las estéticas migratorias. Ya tiene título: "Art and Visibility in Migratory Culture (Enacting Conflict and Resistance, Aesthetically)". Largo, pero descriptivo. Ahora toca esperar a que conteste alguna de las editoriales a las que hemos enviado la propuesta (Manchester, Duke y Routledge). Si alguna cae, será casi un sueño cumplido.

Mieke Bal de nuevo se ha portado como una madre. Intelectualmente, en cierto sentido, lo es para mí. Admiro su trabajo y la admiro como persona.

Después del trabajo, womahn y yo hemos hecho un poco de turismo relajado. Para variar, yo he recaído en la compra de libros. Esta vez no han sido muchos, menos de diez (aquí sí que son caros). Entre ellos, "Man of the Dark", la nueva novela de Paul Auster que ha salido al mismo tiempo en inglés y en holandés. Llevo dos noches leyéndola y de momento me está gustando, aunque por supuesto sigue en la línea de lo último. Es como si desde Brooklin Follies Auster no hubiese acabado de escribir la misma novela. Lo más interesante de momento, es la importancia que le está dando a la experiencia cinematográfica. Se nota que ha dedicado un tiempo a decir cosas con imágenes en lugar de con palabras.

Y hablando de imágenes y de palabras, mientras escribo esto, estoy en hotel comiendo unos hongos mágicos que tienen de mágico lo que yo de rico. Champiñones crudos comprados en el mercadona holandés y revendidos como alucinógenos. Ya os contaré, pero a mí da que lo único que va a provocarme esto va a ser una cagalera de escándalo.

Comentarios

  1. Con lo agusto quete quedas después de una buena panzá cagar... si ese estado de placidez espiritual, de levedad física posterior a la deposición no es alucinógeno...

    ResponderEliminar

Publicar un comentario