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Saber ver

Estos días son muchos (varios miles ya) los que se acercan a ver las obras expuestas en las numerosas sedes de Manifesta. Hay algunos que sólo van a ver los espacios recuperados (como el antiguo edificio de Correos o la Prisión de San Antón), pero la mayoría llega para contemplar las obras que allí se exhiben. Y la sensación con la que salen bastantes espectadores es la de no entender del todo aquello que tienen delante de los ojos. Hoy me gustaría dejar claro que esta sensación de frustración, que ocurre también ante gran parte del arte contemporáneo, se debe esencialmente a una confusión respecto al arte: la creencia de que podemos situarnos frente a una obra de arte y, sin hacer ningún tipo de esfuerzo, ésta se abre inmediatamente ante nosotros. Y no es así, ni mucho menos.

Pasearse por las salas mirando las obras como quien mira escaparates, buscando algún tipo de revelación, es lo mismo que entrar en una biblioteca y dedicarse a observar los lomos de los libros. Evidentemente, uno no entiende nada. Para comprender un libro hay que abrirlo y leerlo. Y con el arte ocurre lo mismo. El problema es que, por lo general, no estamos familiarizados con el lenguaje en el que se nos habla. Pero para eso están precisamente los guías y los mediadores, para contarnos aquellas cosas que no se ven y poder así disfrutar de lo que se ve. Ése es uno de los puntos fuertes de Manifesta, la puesta a disposición del público de un gran número de herramientas educativas que ayudan (de verdad) a comprender el arte. Desde aquí animo a todo el mundo a visitar las exposiciones. Pero animo aún más, si cabe, a escuchar, a abrir los oídos, a leer, a dejarse enseñar, a volver a aprender.

[Publicado en La razón, 15/10/10]

Comentarios

  1. Todas las obras que he visto son estupendas,algunas geniales Abed Anouti y otras sublimes Boucha Ouizguen o Ann Veronica Janssens,entre otras. Me planteo muchas reflexíones tambien sobre los espacios en ruina que muestran las obras. Ha sido un acierto, son parte de la obra total Manifesta 8...pero quisiera ver la idea que hay detrás...en este momento,en este lugar. Marta

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  2. Querido Miguel Angel, comparto contigo esta reflexión, a propósito del espectador de arte contemporáneo. Sin embargo ese espectador emancipado del que tu hablas,lamentablemente se inscribe en una cierta especialización, en una profesionalización de la cultura. Nos encontramos ante un evento, que como tu afirmas, es un privilegio. Pero ese privilegio está al alcance y en las manos de uno mismo. Entrar en ello sin complejos, sin resquemores, sin pre-supuestos necesita de una liberalización de la estructura donde se inserta. ¿tenemos esa estructura? ¿Generamos herramientas para que ello se produzca? ¿Se ha creado una cooparticipación de todos los agentes culturales?
    Por lo demás Manifesta 8, está siendo muy gratificante y ciertamente es todo un lujo.

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  3. Gracias por tu reflexión, Miguel Ángel. De lo que afirmas podría generarse un interesante debate (aunque no estoy segura de que sea ése tu objetivo), porque asumir lo que dices implica aceptar cierta concepción -metafísica- de la obra de arte, del espectador y del artista. No considero que el arte contemporáneo esté más "cerrado" que el arte anterior. Lo que es más: no creo que mediante la mediación "profesional" se comprenda mucho mejor la obra de arte, ya sea porque sea explicada al público "lego" o porque se conozca -un poco más- el lenguaje. Por ejemplo: mucho me temo que ningún músico, por brillante que sea, comprenderá de modo alguno a Bach. Ni siquiera que Bach comprenda a Bach. Esa es nuestra gran tragedia.

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  4. Evidentemente, es mejor saber ver. Pero ver sin saber puede ser, en ocasiones, mucho más divertido. Ese es un privilegio que queda sólo para nosotros, los legos. Los legos curiosos, claro

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  5. Creo que la reflexión con Manifesta 8 debería haber sido previa, informativa, formativa y de cara al exterior.

    Conozco múltiples testimonios de quienes desde la barrera se han aproximado a exposiciones que no han comprendido y no les han gustado pq no las entienden, igual que si escucho una ópera de Wagner en alemán no me voy a enterar de nada y solo podré decir que tal o cual fragmento musical me han gustado. Como si me gusta la música de "I am the walrus" de los Beatles y el día que me traducen la letra me quedo de pasta de boniato.

    Manifesta 8 no es para la gente de la calle que no tenga o una predisposición especial o una formación previa o no vaya guiada/tutelada, y esto es así y ya es bueno o malo según lo interpretemos.

    Quizá al murciano de a pie se le debió haber explicado con carácter previo que igual no entendía todo lo que se expone y que tampoco tenía porqué gustarle, igual que yo no entiendo cómo la gente puede perder el domingo por la tarde viendo partidos de fútbol.

    No todo es para todos, y no pasa nada. ¿Qué lo del antiguo Correos es un churro? Pues anda que echar 90 minutos en el extrarradio (más idas y venidas y atascos) para ver a 22 iletrados perseguir un cacho de plástico en calzón corto... pues anda que irse a pasear... pues anda que quedarte en casa mirando la tele... pues anda que matar las horas leyendo un libro... pues anda que quedarte encerrado estudiando... pues anda que...

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  6. Yo tampoco entiendo cómo la gente puede perder los domingos por la tarde viendo partidos de fútbol, porque los mejores se juegan los sábados y los martes/miércoles. Por cierto que entre los iletrados que juegan aquí, en el extrarradio, hay algún ingeniero, y además es de los que mejor lo hace con la pelota; ay, los prejuicios...

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