Texto puro / crítica impura
Después de varias semanas de desvelos, consigo acabar por fin las veintilargas páginas sobre un escultor murciano contemporáneo. Es uno de los textos que más trabajo me ha costado escribir, sobre todo porque lo he hecho todo de nuevo, sin ningún recorta y pega (algo habitual en los textos de catálogo). Es un texto que me pillaba muy a desmano de mis intereses actuales, pero que por una serie de razones que ahora no vienen a cuento, quise aceptar. Y creo que al final la cosa no ha quedado tan mal, aunque, la verdad sea dicha, no sé si lo escrito tiene que ver mucho con la obra del escultor. Pero eso es lo de menos. He avanzado en el desarrollo de una teoría del tiempo en el arte, donde aparecen la espera, el tiempo soberano y la experiencia del recuerdo. En cualquier caso, es en este tipo de textos, en los que uno no está acechado por la obra del autor, en los que más deja fluir la escritura, que se autonomiza de su referente y comienza a ser escritura en sí misma. Entonces el escribiente deja paso al escritor, aunque sea por momentos. De algún modo, es más allá de la obra, en la emancipación de la teoría, donde ésta adquiere su sentido pleno. Sin lugar a dudas, este proceder emancipatorio es uno de los pasos esenciales para el futuro de la crítica de arte.
N sé si a los autores les hará mucha ilusión leer que los que escribís las presentaciones de sus catálogos pensando en la mona de Pascua :-)
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