Generación Nocilla
Julio Ortega y Juan Francisco Ferré (Selección y prólogo), Mutantes. Narrativa española de última generación. Córdoba, Berenice, 2007, 310 págs
De un tiempo a esta parte, cada vez son más los que tienen claro que es posible hablar de una nueva generación de escritores en nuestro país. Una generación que, abanderada por el éxito de Nocilla Dream, la obra de Agustín Fernández Mallo, muchos han comenzado a llamar “generación nocilla”. Sus miembros varían según las descripciones, pero, grosso modo, podría decirse que se trata de autores nacidos a partir de los años setenta y madurados en plena democracia. Haciéndose eco de esta nueva hornada de escritores, Mutantes. Narrativa española de última generación presenta una antología de autores significativos de esta nueva literatura. Una antología que sirve para hacer visible y decible una manera de entender la práctica literaria. Como suele ocurrir en estos casos, no están todos los que son, pero sí son todos los que están: Germán Sierra, Flavia Company, Manuel Vilas, Carmen Velasco, Javier Pastor, Juan Francisco Ferré, Jordi Costa, David Roas, Agustín Fernández Mallo, Javier Fernández, Vicente Luis Mora, Mercedes Cebrián, Braulio Ortiz Poole, Javier Calvo, Imma Turbau, Isaac Rosa, Mario Cuenca Sandoval, Jorge Carrión, Robert Juan-Cantavella y Eloy Fernández Porta.
Aunque son muchas las diferencias entre estos autores, una vez leídos los textos del libro (en su mayoría relatos o fragmentos de obras anteriores), sí que parece posible establecer algunos nexos comunes que posibilitan la utilización del término ‘generación’. Uno de ellos es, sin duda, el background cultural que emerge en su escritura. Una generación presidida por la centralidad de la televisión y la cultura de la imagen, algo que llegó con varias décadas de retraso a nuestro país. Ese fondo de contraste es uno de los causantes de otro rasgo esencial de esta generación: la ruptura entre la alta literatura y la cultura popular. Ya no hay fronteras entre lo alto y lo bajo, entre Samuel Beckett y los Simpson. Ambos pertenecen a un mismo imaginario. Nuestra mente no está tan formalizada como creemos, sino que en ella conviven, sin jerarquías de ningún tipo, referencias y mundos que, en principio, parecen irreconciliables. Este hecho es esencial en esta nueva literatura, que se sirve del imaginario del cómic, la televisión, el cine, pero también de la tradición de la literatura, para presentar un retrato múltiple del sujeto contemporáneo. Un sujeto caracterizado por la pluralidad. En este sentido, se puede decir también que esta nueva generación trabaja directamente con lo fragmentario, habiendo tomado conciencia de la artificialidad de los grandes relatos. Una obra como Nocilla Dream, con su escritura-blog, da buena cuenta de ese acercamiento múltiple a la realidad.
En resumen, Mutantes es una herramienta más que útil para acercarse a la generación que se está fraguando en estos momentos. Algunos de sus autores ya han dado buenos frutos, pero estoy convencido de que lo mejor está por llegar. La potencialidad de muchos de los escritores antologados hace presagiar un futuro prometedor, aunque también difícil, porque si algo hay claro con esta generación es que tendrá que luchar y vérselas con el nuevo boom de la literatura comercial. Aún así, queda esperanza. Sobre todo gracias a la labor de editoriales como Berenice, que se ha convertido en una de las abanderadas de esta nueva escritura. Recientemente también ha publicado Afterpop. La literatura de la implosión mediática, un magnífico ensayo de Eloy Fernández Porta esencial para comprender los fundamentos de estos nuevos novísimos.
[Publicado en El faro de las letras, 1/2/08]
De un tiempo a esta parte, cada vez son más los que tienen claro que es posible hablar de una nueva generación de escritores en nuestro país. Una generación que, abanderada por el éxito de Nocilla Dream, la obra de Agustín Fernández Mallo, muchos han comenzado a llamar “generación nocilla”. Sus miembros varían según las descripciones, pero, grosso modo, podría decirse que se trata de autores nacidos a partir de los años setenta y madurados en plena democracia. Haciéndose eco de esta nueva hornada de escritores, Mutantes. Narrativa española de última generación presenta una antología de autores significativos de esta nueva literatura. Una antología que sirve para hacer visible y decible una manera de entender la práctica literaria. Como suele ocurrir en estos casos, no están todos los que son, pero sí son todos los que están: Germán Sierra, Flavia Company, Manuel Vilas, Carmen Velasco, Javier Pastor, Juan Francisco Ferré, Jordi Costa, David Roas, Agustín Fernández Mallo, Javier Fernández, Vicente Luis Mora, Mercedes Cebrián, Braulio Ortiz Poole, Javier Calvo, Imma Turbau, Isaac Rosa, Mario Cuenca Sandoval, Jorge Carrión, Robert Juan-Cantavella y Eloy Fernández Porta.
Aunque son muchas las diferencias entre estos autores, una vez leídos los textos del libro (en su mayoría relatos o fragmentos de obras anteriores), sí que parece posible establecer algunos nexos comunes que posibilitan la utilización del término ‘generación’. Uno de ellos es, sin duda, el background cultural que emerge en su escritura. Una generación presidida por la centralidad de la televisión y la cultura de la imagen, algo que llegó con varias décadas de retraso a nuestro país. Ese fondo de contraste es uno de los causantes de otro rasgo esencial de esta generación: la ruptura entre la alta literatura y la cultura popular. Ya no hay fronteras entre lo alto y lo bajo, entre Samuel Beckett y los Simpson. Ambos pertenecen a un mismo imaginario. Nuestra mente no está tan formalizada como creemos, sino que en ella conviven, sin jerarquías de ningún tipo, referencias y mundos que, en principio, parecen irreconciliables. Este hecho es esencial en esta nueva literatura, que se sirve del imaginario del cómic, la televisión, el cine, pero también de la tradición de la literatura, para presentar un retrato múltiple del sujeto contemporáneo. Un sujeto caracterizado por la pluralidad. En este sentido, se puede decir también que esta nueva generación trabaja directamente con lo fragmentario, habiendo tomado conciencia de la artificialidad de los grandes relatos. Una obra como Nocilla Dream, con su escritura-blog, da buena cuenta de ese acercamiento múltiple a la realidad.
En resumen, Mutantes es una herramienta más que útil para acercarse a la generación que se está fraguando en estos momentos. Algunos de sus autores ya han dado buenos frutos, pero estoy convencido de que lo mejor está por llegar. La potencialidad de muchos de los escritores antologados hace presagiar un futuro prometedor, aunque también difícil, porque si algo hay claro con esta generación es que tendrá que luchar y vérselas con el nuevo boom de la literatura comercial. Aún así, queda esperanza. Sobre todo gracias a la labor de editoriales como Berenice, que se ha convertido en una de las abanderadas de esta nueva escritura. Recientemente también ha publicado Afterpop. La literatura de la implosión mediática, un magnífico ensayo de Eloy Fernández Porta esencial para comprender los fundamentos de estos nuevos novísimos.
[Publicado en El faro de las letras, 1/2/08]
Sólo añadir que la portada es una obra de Pablo Genovés
ResponderEliminarLa verdad es que llevo tiempo sin leer cosas fresquitas, de modo que creo que voy a hacerme de Nocilla Dream junto con lo último de Eduardo Mendoza. No vaya a ser que acabe estando "fuera de onda". Un saludo.
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