Vila-Matas monumental (y portátil)

Vila-Matas Portátil. Un escritor ante la crítica
Edición de Margarita Heredia
Editorial Candaya

Sin duda alguna –al menos para quien escribe este texto–, Enrique Vila-Matas (Barcelona, 1948) es el escritor más sólido, lúcido, interesante e innovador de las letras españolas. Creo que es la primera vez que realizo una afirmación tan tajante. Y también la primera que estoy seguro de no equivocarme. Porque Vila-Matas es uno de los grandes. Una referencia en la historia de la literatura contemporánea, a la altura de Georges Perec, Italo Calvino o W.G. Sebald. Su literatura ‘transgenérica’, en la frontera del ensayo, la autobiografía y la ficción, se ha erigido en uno de los más brillantes ejemplos de eso que se ha dado en llamar ‘literatura posmoderna’. Una escritura que, a lo largo de los ochenta, apareció como una corriente de aire fresco en el rancio panorama literario español, y que ha ido creciendo y conformando un corpus textual que abarca ya veinticinco libros, entre novelas, ensayos y libros de relatos, traducidos a veintiséis idiomas y galardonados dentro y fuera de nuestro país.

Quizá el aspecto más relevante de su literatura es que ha sabido crear una ‘verdadera’ autobiografía textual, una identidad, compuesta por la suma de los personajes de sus novelas, a medio camino entre la ficción y la realidad. Es difícil deslindar entre autor y personaje. Todos los personajes de sus libros son, de algún modo, el autor, y, al mismo tiempo, el autor no llega a ser del todo la persona que escribe, ya que se encuentra tamizada por el rol y el mito del escritor moderno.

En pocos casos como en el de Vila-Matas está tan clara la presencia de un programa o discurso literario que subyace a prácticamente todas sus obras: la desconstrucción del mito del escritor moderno. En los libros del autor catalán, todo, incluso aquello que, en principio, nada tiene que ver con la literatura, se encuentra bajo la sombra de dicho mito, esa figura que comienza a forjarse en el simbolismo francés, y que va se va configurando a lo largo de todo el siglo XX a través del cine y la propia literatura. El escritor bohemio, atormentado, que vive entre alcohol y libros, que conoce la vida a través de la escritura, pero que, al mismo tiempo, es consciente de que la vida de los libros no es la vida real, que, en el fondo, es lo que anhela... O lo que es lo mismo: la enfermedad de la literatura. De eso, de un modo u otro, con modulaciones, trata toda la obra de Vila-Matas, de un trabajo sobre ese mito, una desconstrucción en el sentido derridiano del término, es decir, una extenuación, un llevar las cosas a los extremos, al lugar en el que comienzan a perder sentido y definición. Ahí, desde la ironía y el nihilismo, se hace trizas el mito, y se toma conciencia de que se trata tan sólo de un artificio, una estrategia; nada más.

La escritura de Vila-Matas se ha caracterizado por alabar las virtudes de la levedad, la desaparición, el silencio y lo portátil. Sin embargo, el narrador se ha convertido ya en un escritor de peso, inamovible, monumental. De eso es de lo que, precisamente, da cuenta Vila-Matas Portátil, esta antología de textos críticos que pretende ofrecer por primera vez una visión comprensiva de su obra. El libro, editado por Margarita Heredia (México, 1966), se compone de una serie de textos críticos de 41 escritores y críticos entre los que se encuentran, por nombrar unos pocos, Roberto Bolaño, Javier Cercas, Rodrigo Fresán, Jorge Herralde, Mercedes Montmany, Sergi Pàmies, Ala Pauls, Sergio Pitol, José María Pozuelo Yvancos, Soledad Puertólas o Juan Villoro. Algunos textos son análisis excepcionales no sólo de la obra de Vila-Matas, sino del estado de las letras contemporáneas. Además, encontramos dos pequeños joyas ‘autobiográficas’ del propio autor, así como una larga entrevista con Juan Villoro, fruto de la película ‘Café con shandy’, obra de Enrique Díaz Álvarez, que se incluye en un DVD en el libro. Una película de treinta minutos en la que escuchamos la ironía de Vila-Matas, sus divagaciones, su timidez, vemos el lugar desde el que escribe, sus libros... He de confesar que este componente fetichista y aurático del escritor-como-figura me ha tenido ya varias veces delante de la televisión.

Vila-Matas portátil, por finalizar, constituye el documento más completo hasta la fecha para el estudio y ‘disfrute’ de la obra del autor de ‘Bartleby y compañía’. Para los vila-matianos –que afortunadamente cada vez son más– es un libro indispensable. Tras su lectura entran unas ganas tremendas de volver a leer todo Vila-Matas, desde ‘La asesina ilustrada’ y sus primeros experimentos narrativos hasta el reciente ‘Doctor Pasavento’. Pero también es una muy buena introducción para todos aquellos que todavía no se hayan adentrado en su fascinante obra. Una trampa. Después de la primera línea, ya no es posible escapar.

[Publicado en El faro de las letras, Murcia, 6-7-2007]

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