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Mostrando entradas de junio, 2009

Nostalgia de la nada

Estoy desganado. El calor me está venciendo. Mis neuronas se derriten y apenas pueden aguantar operativas unos días más. No veo el momento de desconectar. Pero parece imposible. No hay manera de cerrar. Cuando tapo un agujero, aparecen otros cinco por los que entra el agua. Así, poco a poco, el barco se va a hundir, sobre todo porque cada vez me siento menos capaz para aguantar este ritmo. Y eso hace que, por momentos, me entre la misantropía, que vuelva a querer perderme y aislarme del mundo. Una pausa necesaria para seguir viviendo. He soñado que me dejaban tranquilo, que nadie me llamaba, que no recibía emails , que salía por la noche y nadie se acercaba a saludarme, que nadie me dirigía la palabra, incluso que nadie sabía de mi existencia. He soñado que era invisible durante unos instantes. He sentido vértigo, es cierto, pero ha sido solo al principio. Luego me he acostumbrado al anacoretismo y he sido feliz durante unos momentos. Después, el teléfono me ha despertado de la siesta

Global Art World

Hoy me ha llegado por fin el libro The Global Art World : Audiences , Markets , and Museums , editado por Hans Belting y Andrea Buddensieg . Es una especie de cartografía del mundo del arte global en la que me ha tocado reflexionar sobre el papel de lo español dentro del contexto internacional. La verdad es que estoy bastante contento con el resultado, sobre todo porque, después de mil textículos de catálogos y marrones varios, al fin publico algo en un contexto que de verdad merece la pena. Acostumbrado a escribir en lugares en los que nadie posa la vista, hacerlo en una plataforma como la editorial Hatje Cantz , y en un libro editado por Belting , la verdad es que acojona un poco. De hecho, lo pensé mucho antes de enviar el texto (nada del otro mundo, por cierto). Aunque haya subido a tocar el piano frente a 1500 personas sin haberlo planeado y sin previo aviso, el miedo escénico aquí es distinto: un vértigo a que la cosa se lea y pueda provocar reacciones. O, bien pensado

Tocar

El sábado por la noche disfruté como un crío con el piano. Disfruté tanto que creo que se me fue la mano y aburrí hasta al de la moto. Como tengo poco repertorio, tuve que repetir lo mismo tres veces. Pero como todo estaba oscuro y no veía nada (casi ni las teclas del piano), no me importó y toqué como un poseso, lo mismo una y otra vez. Una repetición que por momentos me recordó (salvando las distancias, por supuesto) a las vejaciones de Satie , aunque aquí los castigados eran los asistentes. Lo peor del asunto es que, a pesar de los pesares, al acabar una de las tres sesiones de matraca, alguien se acercó en la oscuridad y me propuso otro evento para tocar, ahora en Molina , durante una performance el próximo mes. La cosa se me comienza a escapar de las manos. Un día de estos me voy a encontrar como el pianista de Eyes Wide Shut, tocando con una venda en los ojos en algún tipo de logia orgiástica. Espero entonces acordarme de la contraseña para poder salir.

Periferies

Buena experiencia la de Valencia. La iniciativa de Rafael Tormo ha conseguido, como pocas, conectar con la realidad cotidiana del barrio y llevar el arte lo más cerca de la vida. Pasear por las calles, entrar en las tiendas y encontrarse allí con las obras integradas en el lugar del desarrollo de la vida fue una experiencia realmente conmovedora. Tuve también la oportunidad de conocer allí a gente muy interesante, entre ella a Marina Garcés, cuyos trabajos voy a tener que comenzar a leer inmediatamente. Una propuesta fresca e implicada que hace que uno todavía pueda seguir creyendo en la filosofía. Creo que en los próximos días, Barbaro Miyares y Salomé Cuesta van a subir las conferencias a su web Non-Site . De momento hay ya allí una entrevista a Rafel Tormo y un itinerario por las intervenciones de Periferies.

Más cosas

Salgo hacia Valencia para una conferencia en el marco de Periferies , un evento organizado por Rafa Tormo. Si no surge nada más, creo que con esta ya cierro las conferencias por este curso. Me quedan algunas tesis, pero en Murcia y tranquilitas . Por otro lado, de nuevo (ya van tres seguidas) me han vuelto a liar para tocar. Ahora será en la Fundación García Jiménez , mañana por la noche, en la exposición que tienen sobre el Vacío. Harán una noche en blanco y, entre las cosas que han pensado, no se les ha ocurrido otra que poner un piano en una esquina para que improvise algo sobre la idea de Vacío. Y yo, claro está, no he sabido decir que no. Lo que ya no sé es qué tocaré. De momento me tientan demasiado los 4'33'' de silencio de John Cage . Lo mismo hago una versión extendida y realmente echamos la noche en blanco. Lo que está claro es que se me está acabando el repertorio y voy a comenzar a repetirme. Es hora también de cerrar por un tiempo este lado performativo.

Experiencias

Al final, lo del domingo pasado fue una experiencia. Me sentí mucho más cómodo que en el auditorio. O, mejor dicho, me sentí cómodo, mientras que en el auditorio no disfruté lo más mínimo; estaba más concentrado en que saliese bien que en otra cosa. Este domingo, en cambio, la cosa fue distinta. No sé si fue porque ya había pasado el trauma con la gala de cine y patrimonio, o porque el ambiente en la terraza del Centro Párraga era distendido y agradable, o (lo más probable) porque los cortos me sirvieron de inspiración, pero lo cierto es que disfruté bastante mientras tocaba. Es más, me quedé con ganas de seguir. Y eso me preocupa, porque, lejos de ser bueno del todo, me ha hecho saltar de nuevo el gusanillo de la música. Y yo me conozco, y sé que cuando me envicio en algo es difícil sacarme de ello. Espero aquí poder contenerme.

Día del amor

Como no puede ser de otro modo, me he vuelto a dejar liar, esta vez para acompañar al piano dos cortos del director Óscar Espín. El evento será esta noche en el Centro Párraga . El día del amor. En la terraza, con música y performances . Promete ser interesante. Aquí dejo el enlace, por si alguien está aburrido y no tiene nada que hacer. No sé cómo lo hago, pero al final siempre acabo cayendo. Y eso que estos días voy hasta el cuello. De escribir, pero sobre todo de leer. Tres tesis y dos presentaciones de libros en dos semanas. Ahora, mientras preparo los temas para la improvisación de esta noche, acabo la lectura de una tesis sobre el Dandismo que mañana tengo que evaluar en Valencia. Tesis fascinante, la verdad. Entre otras muchas cosas, he encontrado una cita de Baudelaire que, a partir de ahora, siempre utilizaré para justificar por qué suelo ir de negro: "Observen que el traje negro y el redingote no sólo tienen su belleza política, que es la expresión de la igualdad un

Desnaturalizar espacios

Sigo dándole vueltas a la Bienal de Venecia. No se me va de la cabeza la obra de Bestué/Vives, la única presencia española en la exposición central de la Bienal. Allí, en el Arsenale, esta joven pareja de artistas presentaba un vídeo que mostraba su compleja relación con la cotidianidad. A través de acciones humorísticas y absurdas, los protagonistas proponían modos diferentes de habitar una casa y maneras de escapar a los códigos y normas que estandarizan nuestra intimidad. Caminar saltando entre los muebles, esconder los alimentos en los rincones más insospechados o hacer fuegos artificiales con líquidos rescatan un modo pseudoinfantil de experimentar el espacio interior de la vivienda. La verdad es que hacía mucho que no me reía tanto con una obra de arte. Bestué y Vives manejan el humor como muy pocos artistas y son capaces de transitar por él sin llegar a la banalidad, una de las cosas más difíciles en la práctica artística. Por otra parte, “Hacer mundos”, el título de la exposici

32

Hoy hace treinta y dos años que nací. No me puedo quejar. Sigo vivo, lo cual no es poco. Además, puedo decir que vivo la vida que me gustaría vivir. Ahora mismo, me siento un privilegiado. Quizá me gustaría tener algo más de tiempo para mis cosas, tocarme un poco más las narices o estar más con mi gente. También lo hago, aunque no tanto como quisiera. Lo único que echo en falta es a la gente que se ha ido para no volver. Y sigo sin quitarme la costumbre de esperar esa llamada que ya nunca llegará.

Reseña

Me levanto contento al saber de la reseña que Javier Moreno ha hecho de Demasiado tarde para volver . A pesar de formar parte de la Biblioteca del tranvía, el libro no viaja mucho, así que cualquier reseña es siempre bienvenida, mucho más cuando la hace alguien como Javier, cuyos libros son para mí un ejemplo a seguir. Por curiosidad, aquí os dejo el enlace a la revista Deriva , un lugar por el que merece la pena navegar de vez en cuando para encontrar críticas y novedades.

Para variar

Para variar, en Iberia me han vuelto a perder la maleta. Eso me pasa por facturarla. Pero la había llenado tanto de libros que no había manera de moverla. Y es que, aparte de ver arte, volví a caer en vicio de las librerías. Me he traído cosas realmente interesantes. De momento (y menos mal que me lo subí a la cabina del avión), me está fascinando lo último de Agamben , Nuditá . Leí unas pocas páginas y lo tendré que dejar un tiempo en stand by hasta que acabe de leer estas semanas las varias tesis de las que soy tribunal. Entraré entonces directamente con Postpoesía , el ensayo de Fernández Mallo que quedó finalista del Premio Anagrama de Ensayo. Llevo ya tres capítulos y me está resultando fresco e inteligente. Cuando lo acabe, le dedicaré un post especial.

Hacer cosas

Llevo todo el día en horizontal, durmiendo o dormitando. Mi cuerpo se ha puesto en huelga después de dejarme las piernas andando en Venecia. Demasiadas cosas para ver en tan poco tiempo. No creo que tanto arte sea bueno. De hecho, debería estar contraindicado. Además, la mayoría de ellas no merecen demasiado la pena, aunque otras sí que son verdaderamente interesantes. De la Bienal, me quedo con dos o tres cosas. Algún pabellón que otro. Me gustó mucho el de Holanda, quizá porque Fiona Tan es una de mis artistas favoritas. Y, por supuesto, Bruce Naumann , aunque la cola que había que hacer le quitaba a uno las ganas. Del pabellón español, mejor no hablar. Todos sabemos que es una vergüenza. Mucho más dignos han sido el de Murcia y el de Cataluña . No diré nada del de Murcia porque se me ve el plumero y soy totalmente imparcial. El de Cataluña , a pesar de lo que hayan dicho algunos, sí que me ha gustado bastante. Me parece un proyecto bien pensado y articulado, y muy bien resuelto en

Nuevos colegas

Acabo las clases de urbanismo. Termino con un análisis del burdel como espacio urbano contramoderno y de la prostituta como contrafigura de la modernidad. Creo que se me ha ido un poco la pinza con el planteamiento de la asignatura. Era un reto difícil, y quería presentar algo diferente. No sé si lo habré conseguido. Al menos lo he intentado. Por las caras de incredulidad de los alumnos durante las clases, es posible que me haya pasado un poco con la perspectiva filosófica y sociológica. Y sobre todo con la matraca de Benjamin, que les va a salir hasta en la sopa. Aunque, por supuesto, no han faltado Simmel, Lefebevre y Foucault. En fin, muchos nuevos colegas que les he puesto en la mochila junto a sus Wolfflin, Argan, Gombrich y Panofsky.

El no va más II

Pues resulta que la cosa era aún peor de lo que me esperaba. Me habían dicho que tenía que tocar el piano entre dos momentos, cuando casi nadie escuchaba, y que apenas iba a venir gente. Y, por lo que se ve, era para no atemorizarme. Porque ha ocurrido todo lo contrario. He tenido que inaugurar la gala, con la sala oscura y un foco sobre mi cabeza. Y el "apenas nadie" han sido mil y pico personas. Esto es como desvirgarse en la Mansión Playboy, o pasar de conducir un ford fiesta y aparcar decentemente a estar sentado en un McLaren enfrente de Raikkonen. Vamos, una locura. Supongo que para los músicos acostumbrados, esto es una tontería, pero para mí, que me pongo nervioso cuando en el salón de casa hay más de tres personas, ha sido un auténtico disparate. Claro, con esos mimbres, la improvisación ha salido de aquella manera. No mal del todo, pero no lo bien que podría haber quedado en condiciones ideales. Como he visto que no me encontraba cómodo del todo, he optado por la v